El amanecer del sábado hizo acordar a las últimas horas del jueves en Roca: sin luz y apenas con el agua reservada en los tanques.

Esta vez fue por un corte programado de la electricidad, que se extendió entre las 5 y las 9, para reparar los daños que se registraron tras el apagón en la estación transformadora que Transcomahue tiene entre la calle Gelonch y el canal principal de riego, frente al hospital.

"Salió todo dentro de lo previsto y a las 9.20 toda la ciudad contaba nuevamente con energía", explicó Néstor Hernández, gerente de Edersa en la ciudad.

La empresa distribuidora no estuvo a cargo de los trabajos de reparación, pero se mantuvo en contacto con Transcomahue hasta saber que estaba todo listo para regresar a la normalidad. O mejor dicho, al mismo escenario previo al colapso del jueves.

Hernández confirmó que hasta las primeras horas de la mañana de ayer la ciudad tuvo a su sistema eléctrico "pendiendo de un hilo".

No obstante, aseguró que no hay más cortes programados para las próximas horas.

Además de la reconexión de todos los circuitos, Edersa tuvo que revertir ayer algunas maniobras que había realizado para normalizar el servicio en la zona rural. Según explicó el ingeniero, la ciudad quedó desde el jueves con un alimentador menos y hubo que apelar a los otros circuitos para no dejar sin energía a ningún sector.

En tanto, la empresa procuró restablecer antes que nada el servicio en la planta de bombeo de agua. Hernández confirmó que a las 6.30 ya estaba funcionando, por lo tanto la red domiciliaria sufrió un impacto menor. De todas maneras, en algunos sectores de la ciudad se mantenían al mediodía los problemas de presión. (Redacción Central)