Domingo 01 de Febrero de 2009 Edicion impresa pag. 31 > Policiales y Judiciales
Brutal crimen de una joven en Fernández Oro
Agostina Mazzina, de 17 años, fue hallada en su habitación con más de 20 puñaladas. Sospechan de su círculo íntimo, pero hasta ayer no había detenidos. Conmoción en la localidad.

FERNÁNDEZ ORO (AC).- "No sabés cómo estaba. Me la mataron, me la mataron", relataba entre sollozos la hermana de la joven de Fernández Oro que fue asesinada durante la madrugada de ayer, mientras dormía en la planta alta de su vivienda.

Ella fue quien la encontró con más de 20 puñaladas, algunas que demostraban que la víctima había intentado defenderse de su agresor.

Agostina Mazzina tenía 17 años y estaba por empezar el quinto año en el colegio secundario de esa localidad donde, en 2008, tuvo el privilegio de ser la primera escolta.

Vivía con su madre y su hermana en una vivienda ubicada en Pueyrredón 151, frente al hospital y a media cuadra de la avenida Cipolletti.

La saña con que se cometió el asesinato y una serie de indicios llevaron a los investigadores a centrar la búsqueda del autor en el círculo íntimo de la víctima. Presuponen que quien ingresó a la habitación de Agostina, ubicada en la planta alta y con un ventiluz hacia la calle, conocía el movimiento y la casa de la joven. Habría aprovechado un paredón para subir al techo y de allí ingresar directamente al dormitorio. El crimen ocurrió entre las 2.30 y las 4 de la mañana.

Según el relato de la hermana, ambas dormían en ese sector de la vivienda aunque la más chica no se encontraba allí en el momento del asesinato porque había bajado a acompañar a su madre.

Explicó que se habían ido a descansar cuando la mamá les pidió que bajaran para que le hicieran compañía, porque tenía miedo. Sólo lo hizo ella porque Agostina prefirió quedarse en su dormitorio.

Estando ya dormida, la menor de las hermanas se despertó cuando escuchó pasos y un fuerte golpe en el dormitorio de la planta alta.

Según su relato subió la escalera y se encontró con el macabro cuadro. Su hermana estaba ensangrentada por los cortes de arma blanca que había recibido. Inmediatamente dieron aviso a la policía que montó una serie de operativos para intentar esclarecer el hecho.

Ayer se realizaron allanamientos y rastrillajes con los perros de la policía. Dos de ellos, en línea casi recta llegaron a un canal de riego ubicado cruzando la ruta provincial 65. Allí perdieron el rastro.

De acuerdo a las fuentes consultadas, si bien la hipótesis más fuerte es la que vincula al círculo íntimo de Agostina, no se descartan otras por lo que durante la mañana se demoró a varias personas que estuvieron cerca del lugar, que pasaron por allí o que podrían tener algún dato que permita esclarecer el crimen.

Incluso se demoró al personal de un parque de diversiones asentado a media cuadra del lugar donde sucedió el hecho.

La causa recayó en el juez de turno, Gustavo Herrera y la fiscal Rita Lucía quien además de determinar las acciones a seguir mantuvieron reuniones con los jefes policiales. El hermetismo de los funcionarios judiciales y policiales fue elocuente. Aseguraron que querían evitar entorpecer la investigación, que convocó no sólo a los peritos de la policía sino también al grupo Bora , a los jefes policiales y a personal de las unidades de Cipolletti.

Fernández Oro mostraba una fuerte presencia de efectivos en todo el centro y sobre todo en las cuadras circundantes a la vivienda dónde ocurrió el crimen.

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