CHOLILA, Chubut (AEB). Tierra "de pistoleros y leyendas, campesina e inolvidable" quizás sea la mejor definición para este pueblo, sede el próximo fin de semana de la Fiesta Provincial del Asado donde se cocinarán -con buena leña de la cordillera-más de 10 mil kilos de ternera y 300 corderos, entre otros manjares.
A ello hay que agregar la presencia de Abel Pintos en el escenario con el fondo inconfundible de la piedra del Morro, un predio natural y verde donde un centenar de puestos darán marco a un festival con mucha tradición del acervo montañés.
Allí mismo, lugareños y visitantes podrán disfrutar durante sábado y domingo de eventos pintorescos como las populares carreras de caballos, jineteadas y diferentes destrezas gauchas, que muestran la interrelación todavía viva entre hombres y bestias en el trabajo cotidiano.
Tradición y turismo
Muy orgulloso de ofrecer la "mejor carne del mundo", el intendente Miguel Castro confiesa que el secreto parece estar "en la calidad de los campos de cordillera, el pasto de sus mallines y las mejoras genéticas bovinas introducidas en los últimos años, que han potenciado a este sector productivo, al punto de colocarlo como el principal proveedor de la región".
Con todo, esta localidad del oeste chubutense ya se transformó en un destino turístico preferido por los pescadores de todo el mundo.
Andando los caminos de su particular geografía van apareciendo los rojizos bosques de lengas, lagos azules, ñires y lauras, transparentes ríos correntosos, el blanco de los cordones nevados, verdes y amarillos en los campos donde pasta tranquilo el ganado en una policromía de colores sin par.
Retomando los aspectos de su principal fiesta anual, los cholilenses ya comenzaron a faenar los primeros 60 novillos y 300 corderos que serán la materia prima de los 600 asados con que los lugareños esperarán a los visitantes.
En esta ocasión, la cita será durante los días 6, 7 y 8 de febrero, con eventos populares y entrada gratuita.
Para llegar hay que tomar la ruta nacional 40 sur, hasta Epuyén y desde allí son otros 30 kilómetros de ripio consolidado y en buen estado.
La festividad contribuye precisamente a rendir homenaje a los pioneros que introdujeron las primeras reses a principios del siglo XX, a los crianceros actuales y las posibilidades futuras de contribuir al desarrollo de la zona, fuertemente unido al turismo y sus actividades conexas.