LA PLATA (Télam).- Dos adolescentes fueron detenidos acusados de asaltar el fin de semana en Ensenada a un matrimonio con su hija de 8 años y amenazar a la mujer con picanearla con un cable con electricidad y torturar al hombre a quien le provocaron quemaduras, informaron fuentes policiales.

Los investigadores creen que los detenidos son los mismos que, tras asaltar al matrimonio, ingresaron a una casa vecina en la que se hallaba una pareja de ancianos con sus nietos de dos y cuatro años, y les robaron dinero, una computadora, alhajas, una cámara de fotos y el auto. Fuentes policiales dijeron que se trata de dos adolescentes de 16 años, a quienes también se los investiga por otros hechos similares ocurridos en la zona.

"Se investiga si los menores no fueron autores de otra decena de asaltos con maltrato", explicó una fuente de la investigación, quien agregó que los detenidos quedaron a disposición de la justicia de responsabilidad penal juvenil de La Plata.

El hecho que se les imputa ocurrió el sábado pasado, en una vivienda ubicada en las calles 132 entre 47 y 49 de Villa del Plata, en Ensenada, donde vive Carlos Rovini (56) y su esposa Nora Tedesco (53), junto a la hija de 8 años de ambos.

En esa oportunidad, los investigadores contaron que tres asaltantes armados, dos de ellos encapuchados, ingresaron por los fondos de la casa y redujeron a la familia, a la que ataron las manos y los pies, precintándoles también la boca.

Los delincuentes, que serían los mismos que asaltaron a esta familia en octubre último, revisaron las dependencias en busca de dinero y objetos de valor, pero sólo hallaron 200 pesos y 50 pesos que tenía ahorrados la hija del matrimonio. Enfurecidos, los delincuentes comenzaron a amenazar al matrimonio, exigiéndole la entrega de más dinero, sin creer al hombre cuando les decía que no había más nada en la vivienda.

Uno de los delincuentes tomó a la mujer de los cabellos y comenzó a cortarle varios mechones; en tanto otro de los asaltantes prendía una plancha. Ese delincuente aplicó la plancha enchufada en el cuerpo de la mujer, pero la plancha no funcionaba porque no se ponía caliente, lo que enojó más al delincuente, que cortó el cable del aparato y amenazó con picanearla.

El tercer delincuente torturaba a Rovini rociando su pecho y brazo con insecticida en aerosol, tras lo cual le acercaba un chispero de cocina, logrando provocarle algunas quemaduras.

Posteriormente, los delincuentes realizaron un simulacro de fusilamiento a la mujer, gatillando varias veces a su cabeza.