Sábado 31 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 8 > Regionales
No hay un plan común para prevenir un nuevo apagón
Cada jurisdicción aplica su política. El apagón del jueves encendió la alerta. Cammesa sostiene que EPEN tardó en reaccionar ante la emergencia.

NEUQUEN (AN) - A pesar del colapso eléctrico que vivió la región el jueves, con más de 650.000 personas afectadas, los gobiernos provinciales, los municipios, las empresas distribuidoras y los grandes usuarios de Neuquén y Río Negro no avanzaron en el diagrama de un plan común de reducción de la demanda de energía que permita sortear un nuevo episodio. El sistema está en crisis porque perdió un generador, Turbine Power, en un punto sensible de la red.

El colapso del jueves persuadió a varios intendentes y empresarios, que ayer ya habían comenzado a aplicar medidas aisladas que en conjunto contribuían a bajar la carga del sistema.

La autoridad nacional del despacho eléctrico, Cammesa, consideró el apagón que del jueves por la tarde -que para algunos fue de una hora y media, y para otros, de toda la noche- como un colapso. Y acepta la versión del EPEN neuquino de que se inició con el incendio de un campo, a pesar de lo que asegura su dueño (ver aparte) y de lo que muchos actores del mercado regional suponen: que el fuego fue por la sobrecarga del tendido.

En el instante anterior al colapso, la red de 132 kilovoltios (kV) llegaba a Roca con 125 kV y a Villa Regina, con 120. Para lograr esa tensión en la punta del tendido, tiene necesariamente que haberse elevado los niveles en las cabeceras. Los manuales dicen que el voltaje máximo autorizado en la salida es de 136 kV, pero para esta contingencia permiten hasta 141.

Con temperaturas cercanas a los 40 grados y con una red con semejante sobrecarga, bastó que una línea saliera de servicio para que saltaran, en efecto cadena, el resto de las instalaciones. Incluso, las tensiones bajaron hasta producir una sobrecarga del 16% en un transformador de la estación Planicie Banderita.

Pero hubo además complicaciones extras porque el primer episodio, entre Senillosa y Arroyito, fue a las 18.14 y, según Cammesa, "hubo problemas de comunicación y telecontrol que impidieron maniobrar instalaciones del EPEN hasta las 20". Fuentes de la empresa estatal neuquina lo reconocieron.

Es posible que si en un día de tanto calor, sabiendo de la crisis, se reducía la carga mediante restricciones a grandes usuarios o cortes a sectores residenciales, el colapso no habría existido.

Ayer cada empresa avanzó en conversaciones con sus clientes para ver cómo aliviar la red los días de mayores riesgos de colapso. Y la mayoría contribuyó para que el viernes, un día que suele ser de gran demanda, pasara sin sobresaltos.

En el gobierno rionegrino hay funcionarios que piden que se diagramen cortes programados en los hogares, pero el gobierno nacional, que controla Cammesa, insiste en la necesidad de bajar la potencia puesta a disposición de los grandes usuarios (en las dos provincias buscan proteger la actividad frutícola). Y hay distribuidoras como CALF que no quieren perderse la facturación de supermercados y shoopings en los meses de mayor demanda.

Por ahora, tras el fin de semana, cuando baja el consumo eléctrico, habrá días de menos calor, lo que aleja el peligro de un nuevo colapso.

El comité de crisis que integran empresas y gobiernos no volvió a reunirse y es probable que lo haga el lunes.

El titular de CALF, Marcos Silva, confirmó ayer que 25 de los usuarios con mayor demanda de energía en la capital provincial aceptaron sumarse a un plan de uso racional y, en la medida que el sistema lo requiera, bajarán el consumo con generadores propios entre las 16 y las 22.

Entre los grandes usuarios están Petrobras, Repsol, Coca Cola, Jumbo, Walmart, La Anónima, Casino Magic y Cervi entre los 25 consumidores de más de demandas de más 300 kilovatios.

"Cada empresa cuenta con generadores propios y los van a encender cuando se necesite", destacó Silva. Como en realidad se desconoce el límite del sistema, se acordó mantener comunicaciones constantes entre representantes de las empresas y los técnicos de Calf para definir el momento en que se necesite de la asistencia de los generadores.

La segunda etapa del plan de emergencia que planificaron desde la cooperativa incluye a los comercios medianos. "Lo importante es tener un plan de contingencia y llevarlo al comité de crisis", informó el titular de CALF.

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