Sábado 31 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 12 > Regionales
Sin luz, sin agua... y con la paciencia al límite
El colapso y sus consecuencias pusieron prueba los nervios de miles de personas. No hubo semáforos ni ascensores, cerraron bancos y se perdieron muchos alimentos.

La fragilidad del sistema eléctrico del Alto Valle es tema de debate desde hace años.

Cómo evitar el impacto directo de un corte de energía en las redes de agua potable también se discute en forma recurrente.

Pero hubo algo novedoso para los neuquinos y rionegrinos tras el colapso de los servicios y es que miles de ellos descubrieron el límite de su paciencia.

¿Cómo regresar a salvo a casa en una ciudad sin semáforos? ¿De qué manera enfrentar más de cinco pisos por las escaleras de un edificio con ascensores paralizados? ¿Cuándo volverá el agua?

Apenas un puñado de preguntas entre decenas que surgieron desde que el Alto Valle se enteró que el apagón del jueves era más grave que lo habitual. Todo, bajo un calor agobiante que a la medianoche se resistía para bajar de los 30 grados.

El principal problema fue que la mayoría de esos interrogantes no tenían respuestas inmediatas ni precisas. Entonces, fue el desconcierto el que reinó hasta la jornada de ayer, cuando se repitieron los cortes -como ocurrió en Roca por la mañana- y se multiplicaban las versiones sobre los riesgos que afronta el sistema eléctrico regional.

Ante esas dudas, no fueron pocos los que se llevaron de los supermercados una buena dosis de botellas de agua mineral, para evitar ser sorprendidos por una nueva interrupción tras la salida de servicio de las estaciones de bombeo.

Sin embargo, otros no alcanzaron a tomar medidas preventivas y ayer lamentaban las consecuencias.

Un ejemplo fueron los bancos. En Roca hubo entidades donde se quemaron equipos importantes para el funcionamiento habitual del sistema lo que generó a su vez, trastornos en la atención al público. Fue el caso del Banco Provincia de Neuquén. Con este contexto, durante la mañana fue incesante el deambular de los clientes entre las sucursales, buscando cajeros en servicio y ventanillas disponibles.

La paradoja máxima se dio pasadas las 9.30, cuando volvió a cortarse la luz en Roca, y las oficinas de Edersa tuvieron que empezar a cobrar las boletas en forma manual.

Las heladerías también tuvieron que cerrar sus puertas el jueves y las casas de comida vieron desperdiciados muchos productos básicos para la elaboración de platos.

Desde Edersa advirtieron que a pesar de los cortes y los problemas con la energía eléctrica, los usuarios no disminuyen el consumo lo que también afecta e influye de manera negativa ya que el sistema esta cada vez más colapsado.

Si bien la dependencia no es directa del sistema eléctrico, el jueves se registró otro problema en el Alto Valle, que sumó un ingrediente al pésimo humor de los usuarios: la incomunicación por las fallas en el servicio de telefonía celular. Voces extraoficiales arriesgaron ayer que la avidez por tener un dato concreto sobre el retorno de la luz incrementó notablemente el uso de los aparatos y eso hizo que las comunicaciones se dificultaran al máximo.

En las ciudades del interior neuquino también se vivieron múltiples problemas.

Desde la Cámara de Panaderos de Centenario, Germán Ramírez, se quejó por las interrupciones de energía eléctrica, porque "últimamente ocurren a cualquier hora".

"El de ayer (por el jueves) fue en un horario que nos afectó pero no tanto, sin embargo hace una semana eran las 9 de la noche, cuando teníamos la masa con levadura y no teníamos servicio", describió", relató.

Por su parte, el vicepresidente de la Cámara de Industria, Comercio, Producción y Turismo de esta ciudad, Guillermo Cimolai, reconoció que "quejas hemos tenido un montón pero vemos que poco se puede hacer"

"Esto nos afecta a todos no solamente a las empresas, perjudica a los supermercados, a los empaques y cualquier casa de comercio que tenga una computadora funcionando". El dirigente aseveró que "como todo en este país, esta todo tomado con alfileres, esta todo atado con alambre y no hay políticas serias" y preguntó "con quién vas a hablar, de acá a que te de una audiencia el presidente del Epen o el gobernador ya pasaron 20 días un mes y te quedás con la protesta".

(Redacción Central / AR / ACE)

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