La circulación vial, como reflejo de cada sociedad, nos muestra a modo de espejo, los valores (o disvalores) que en ella predominan. En épocas de crisis, el tránsito puede tornarse más violento que en épocas de prosperidad. Para poder desenvolvernos en paz en los distintos roles que asumamos en la vía pública (como peatones, conductores o pasajeros), cada uno de nosotros, deberá ejercer más que nunca el autocontrol, el respeto mutuo, la solidaridad y la tolerancia fundamentales para evitar que, a consecuencias de emociones negativas, nos causemos daño o provoquemos daño a un tercero en oportunidad de circular por los caminos o calles de nuestro país. El conductor agresivo, es una modalidad particular de persona que, a bordo de un vehículo puede caracterizarse por lo siguiente: Expresa su frustración al volante. Esto puede conducir a un choque o a un acto de violencia. Se distrae al manejar. Leer, comer o hablar por teléfono pueden ser la causa de serios choques. No mantiene su distancia. Conducir demasiado cerca del auto que tiene delante es una de las principales causas de muchos choques. Cambiar de carril frecuentemente. "Culebrear"dentro del tráfico para rebasar a otros vehículos puede ser muy peligroso. Se pasa la luz roja. No cruce intersecciones si la luz ya cambió a amarillo. Recuerde que las luces rojas intermitentes se consideran como luz roja. Excede el límite de velocidad. Ir demasiado rápido durante condiciones climáticas críticas también constituye una violación de tránsito.
¿Qué podemos hacer si nos encontramos con uno en nuestro camino? Sálgase de su camino. Primero y antes que nada, retírese de su camino. Ponga su orgullo de lado. No lo desafíe compitiendo con él o tratando de mantenerse en su carril. Evite el contacto visual. Mirar a un conductor agresivo a los ojos puede enfurecerlo aún más. Ignórelo. Ignore sus gestos y rehúse devolverlos. Denuncie a los conductores agresivos. Usted o un pasajero puede llamar a la policía. Pero, si usa un teléfono celular, deténgase en un lugar seguro antes de llamar.
Estrategias de seguridad para una conducción serena Planifique. Dése más tiempo del estrictamente necesario. Concéntrese. No se distraiga hablando por teléfono, comiendo o poniéndose maquillaje. Relájese. Ponga música suave y relajante en la radio. La música puede ayudarlo a calmar sus nervios y a disfrutar el viaje. Maneje a la velocidad indicada. Menos choques ocurren cuando los vehículos van a más o menos la misma velocidad. Busque rutas alternas. A veces la ruta que parece más larga en el mapa puede ser la más rápida. Use el transporte público. Olvídese temporalmente de las tensiones de conducir. Simplemente, llegue tarde. Recuerde: "Más vale tarde que nunca".
Fuente: ISEV |