Edelmiro y María Lidia viven en el barrio Guido, en la periferia de Viedma, desde hace más de dos décadas. Juntos tuvieron diez hijos y muchos más nietos.

Con candor y entusiasmo, relataron por teléfono a "Río Negro" los pormenores de la competencia de sus hijos en la televisión italiana.

"Están contra mar, viento y marea", dice Edelmiro, para graficar cómo se encuentran luchando sus muchachos. Dice que no les dejan tocar la guitarra. Que son muy buenos en eso también y que por eso no se lo permiten. "Pero no nos hacen nada -sentencia el padre-, a pesar de que sacarle la guitarra a un músico es como sacarle el caballo al paisano".

Edelmiro va contestando con chistes, relatos y anécdotas sobre sus hijos. Dice que "hasta el finado Álvarez Guerrero una vez los vio y les regaló guitarras, cuando eran chicos, en Las Grutas, porque las que tenían daban lástima y tocaban muy lindo". Pero destaca, con pesar y bronca, que ningún político se acercó para ayudarlos en el proyecto que tenían.

"Los tienen a todos juntos en la ´casa blanca´. Ellos estudian ahí..." -comenta Edelmiro, en tanto que María Lidia acota desde atrás que "es como Gran Hermano". Para los datos más precisos, como la edad y la cantidad de nietos y nombres varios, Edelmiro le consulta a María Lidia, que fiel y concisa, responde a cada pregunta inmediatamente. Juntos siguen toda la aventura de sus niños desde este lado del mar.