VIEDMA (AV).- El cuarteto Farías sigue sumando puntos en la televisión italiana. Con todo su talento y carisma, los cuatro hermanos viedmenses siguen ganando, paso a paso, su lugar dentro del programa "X-Factor", un reality show que busca talentos musicales y que se transmite en directo por la RAI 2.

Los concursantes son miles, según afirman los organizadores, pero entre ellos, un grupo integrado por cuatro argentinos ya se ubica en el puesto número diez. La idea de este programa es encontrar a la nueva estrella musical que tenga el factor X (algo que podría traducirse como carisma).

El secreto del éxito del cuarteto de hermanos viedmenses salta a la vista en cuanto se conoce su historia. El relato de estos hermanos nacidos y criados en la Patagonia se parece a una gran novela, en donde hay mucho sacrificio, entrega, sudor y lágrimas y una gran cuota de talento natural para ganar.

Los hijos de Edelmiro (70) y María Lidia (60) suman un total de diez. Muchos de ellos todavía están en Viedma, pero viven paso a paso la crónica cotidiana de los que están detrás del mar, con esperanza y con orgullo.

Criados con la impronta que les dio su padre, algunos de los Farías fueron campeones de boxeo, otros campeones corredores de resistencia, otros músicos. Y en todo, se han destacado como los mejores, a pesar de la inclemencia de la pobreza y el desamparo de un medio que poco y nada les brindó para que fueran lo que llegaron a ser.

Tal vez por esa razón, cuando estos cuatro hermanos entraron en "X-Factor" y les tiñeron el pelo, les cambiaron el repertorio, les modificaron sus canciones y los obligaron a cantar en italiano, no dieron un paso atrás. Para ellos, que se criaron entre hornos de ladrillos, chacras y barrios pobres de Río Negro, el destino siempre se marcó a través de la lucha y el esfuerzo.

Hace trece años que los cuatro hermanos viven en Italia. Incluso tienen siete niños nacidos en esa tierra.

Walter César (39), Raúl Eduardo (36), Justo Argentino (34) y Gustavo Edelmiro (32) recorrieron un largo camino para llegar a ese destino final.

Primero estuvieron por Chile, buscando un horizonte artístico que les permitiera crecer. Tratando de hacer su arte con presupuestos apretados. Todo a pulmón.

Virtuosos, tocan guitarra, cítara, acordeón y todo tipo de instrumento que caiga en sus manos. Cantan en español, italiano, inglés y hasta en mapuche.

Ahora luchan por extender su estadía en la televisión italiana. Ya hace dos meses que participan del programa. Les queda hasta marzo para desplegar todo lo que tienen. Por decisión de algunos productores, ahora pueden usar sus cabellos de manera natural.

Según informaron sus familiares a este medio, ya están surgiendo algunas propuestas laborales interesantes.

Pero aún queda mucho por trabajar y hacer en este sueño que surgió desde la Patagonia.