BUENOS AIRES (DyN) - Al menos siete personas sufrieron ayer heridas de diversa consideración, tras caer hasta el subsuelo uno de los ascensores de la Biblioteca Nacional, que arrastraba fallas de funcionamiento y no contaba con la habilitación correspondiente.
Del total de afectados, una mujer fue internada en una sala de cuidados intermedios y un hombre quedó alojado por prevención en terapia intensiva en el Centro Médico Fitz Roy, del barrio de Palermo, tras ser derivados desde el Hospital Rivadavia.
Fuentes de la clínica privada revelaron que el paciente sufrió un "fuerte traumatismo de cráneo", mientras que la otra víctima quedó en observación por contusiones recibidas durante la caída. El resto de los afectados, la mayoría de los cuales también fue asistido en el Hospital Rivadavia, del barrio porteño de Palermo, fueron afectados por golpes y lesiones que no demandaron más que asistencia ambulatoria.
El propio director de la institución, el sociólogo Horacio González, reconoció que el ascensor que cayó desde el 1° piso al segundo subsuelo había registrado antes problemas y que tanto ese elevador como los otros tres que tiene esa institución nunca fueron habilitados. Sin embargo, durante una conferencia de prensa que dio frente a la Biblioteca, el funcionario relativizó la gravedad de la situación: "No estoy conforme con el funcionamiento de los ascensores, pero no estoy de acuerdo con describir el hecho con tinte de catástrofe. Yo viajo en ascensor", manifestó.
El funcionario salió así al cruce de una denuncia del delegado de la Biblioteca enrolado en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Juan Domingo Pignataro, quien denunció que se produjeron, en el corto plazo, tres hechos similares desde noviembre hasta hoy.
El sindicalista reclamó "la anulación de la licitación y el cambio de la empresa de mantenimiento de los ascensores" y cuestionó a las autoridades por el riesgo que enfrentan el público que visita el lugar y los mismos empleados. González admitió que "los ascensores funcionan mal en la Biblioteca" y aseguró que está dispuesto a asumir "responsabilidades", pero no "en abstracto". "Los ascensores funcionan mal en la Biblioteca", dijo el sociólogo y funcionario y reconoció: "Estamos hace mucho tiempo tratando de extremar los controles".
De todos modos, las declaraciones más graves del funcionario fueron las que reconoció que los ascensores de la institución funcionan "sin habilitación" desde que fue inaugurada, hace más de 20 años.