SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Ante la falta de acuerdo con las empresas el Ejecutivo resolvió ayer congelar el boleto estudiantil, sin resolver cuál será la forma de pago para el nivel inicial cuando comience a regir la tarjeta magnética.

El único entendimiento alcanzado entre las partes giró en torno a la propuesta de atar la actualización del boleto estudiantil al resto del cuadro tarifario, estableciendo un porcentaje del abono inicial para cada segmento escolar. Pero su instrumentación demandará la sanción de una ordenanza que no estará exenta de un áspero debate parlamentario. La tensa reunión pasó a cuarto intermedio hasta febrero.

El intendente Marcelo Cascón presidió la mesa que reunió a los directivos de Tres de Mayo, Guido Dall Pozzo y Manuel Carrasco; el titular de la Codao, Orlando Ortega, los ediles Hugo Cejas y Francisco De Cesare, funcionarios técnicos del Ejecutivo y representantes del gremio de los choferes.

Las empresas rechazaron las propuesta del Ejecutivo de aumentar el boleto para el sector privado a $ 1,60 y congelar las tarifas para los estudiantes estatales y volvieron a pedir la aplicación de la ley provincial que llevaría el boleto secundario a $ 0,85.

Pero además reclamaron la apertura de una revisión tarifaria que contemple los aumentos de costos registrados en las últimas semanas. Las dos prestadoras del servicio aseguraron que soportan una "importante desactualización" que se va a agravar cuando se aplique el aumento de salarios que se está negociando en las paritarias nacionales.

Carrasco señaló a este diario que "el atraso es importante, en setiembre pedíamos un boleto inicial de $1,75 para cubrir los costos del servicio y hoy (la primera sección) debería estar aproximadamente en los $ 2".

Cascón rechazó la posibilidad de anticipar la revisión -prevista para el 23 de marzo por la normativa vigente- y le recordó a las transportistas que "estas tarifas tiene cuatro meses de vida". El mandatario solo accedió a trabajar en la redefinición de la "formula de cálculo" para salvar las divergencias que mantiene el Ejecutivo con las prestadoras (ver aparte).

La reunión tuvo momentos de tensa confrontación que llevaron el diálogo al límite de la ruptura. Ante la intransigencia del Ejecutivo, que Dall Pozzo calificó como "el acta de defunción del sistema de transporte", Ortega amenazó con subir el boleto estudiantil en forma unilateral.

Frente la bravata empresarial el director de Transporte, Alejandro Valdés, retrucó: "y nosotros te vamos a controlar como prestas el servicio y listo... Te volteamos". La respuesta destemplada de Valdés fue correlato de la advertencia planteada el lunes para desacreditar las quejas de las prestadoras, asegurando que "el municipio prácticamente no controla algunos incumplimientos de las empresas".