Islandia, que en 2006 reinició la caza comercial de ballenas, decidió intensificar esa controvertida actividad, multiplicando además por más de seis las cuotas de captura de esos cetáceos en los próximos cinco años.
Hace más de 20 años, más de 70 países firmaron la Comisión Ballenera Internacional (CBI), por la que se imponía una moratoria sobre la captura comercial de ballenas. Pero algunos países, como Japón o Islandia, se ampararon en la caza científica para seguir atrapando grandes cetáceos.
El 21 de octubre de 2006 Islandia dio el paso definitivo para darle la espalda a esta moratoria: declaró abiertamente que iniciaba la caza comercial de ballenas.
Desde entonces los permisos han contemplado diferentes cifras de capturas. La cuota de captura en 2007 fue de nueve rorcuales comunes y 30 ballenas de Minke. Estas últimas capturas ascendieron a 40 en 2008.
El ministro dimisionario de Pesca y Agricultura, Einar K. Gudfinnsson, precisó a la radio islandesa que la nueva cuota anual de pesca es de 150 rorcuales comunes y entre 100 y 150 ballenas de Minke. "La cuota de pesca está fijada por recomendación del Instituto de Investigación Marina", declaró a la AFP. O sea que sextuplica la pesca del año anterior.
Islandia es el único del país, junto a Noruega, que practica la pesca de ballenas con fines comerciales. En Japón, la pesca se justifica por la investigación científica.
La decisión llega después de que la coalición gubernamental islandesa (centro-derecha y socialdemócratas) dimitiera el lunes. Debe ser sustituida por otra entre socialdemócratas e izquierda-verdes, opuestos a la caza de ballenas.
Arni Finnsson, de la asociación por la conservación de la naturaleza islandesa, criticó inmediatamente la decisión ministerial.
La ministra saliente de Relaciones Exteriores, la socialdemócrata Ingibjörg Solrun Gisladottir, manifestó ya en mayo de 2007 su fuerte oposición a la decisión de su propio gobierno de mantener la caza de ballenas en 2008.
"Es fundamental que no prohibamos a los islandeses utilizar los recursos del océano de forma duradera y en favor del mantenimiento del equilibrio entre las especies", comentó por su parte la federación de armadores de barcos de pesca.
Pese a las protestas internacionales, Islandia anunció en octubre de 2006 la reanudación de la pesca comercial de ballenas tras haber interrumpido esta práctica en 1990.
El anuncio de Islandia no facilitará la labor de la CBI, que se reunirá del 22 al 26 de junio. La CBI impone desde 1986 una moratoria ilimitada que prohíbe la pesca comercial de la ballena pero que autoriza, según unas cuotas específicas, la caza con fines científicos y la de subsistencia, como la practicada por los pueblos autóctonos de Siberia, Alaska y Groenlandia. (AFP/ Agencias)