El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, denunció a la Iglesia Católica de participar en una "campaña sucia, en la que reinó la mentira, el engaño y el miedo". "Por ejemplo, en algunas iglesias se repartían estos folletos por el no", dijo, y levantó uno redondo en el que se leía: "Ya NO más". Sin embargo, agregó: "No importa, voy a invitar a los jerarcas de la Iglesia Católica a la promulgación de la nueva Constitución".
Además, llamó a dialogar a los prefectos opositores del oriente separatista pero descartó de plano cualquier pacto que conlleve modificar la nueva Constitución aprobada en referéndum el domingo pasado por alrededor de un 60 por ciento de los bolivianos.
Ante un reducido grupo de periodistas extranjeros, entre ellos "Río Negro", Morales se mostró distendido y satisfecho por los resultados del domingo: "Venimos de triunfo en triunfo. Primero fue el de las elecciones generales de 2005, luego la constituyente de 2007, el año pasado el referéndum revocatorio, y ahora nuevamente se legitima la revolución democrática y cultural del país, gracias a la conciencia del pueblo".
Y agregó poniéndose más serio: "Este triunfo, como el del año pasado, se deben en gran parte a la sangre derramada por nuestros mártires".
Habló en el primer piso del Palacio Quemado, sede del gobierno, sentado en una sobria mesa con un vaso de agua a su izquierda y la bandera boliviana a su derecha. En cuanto a la transición entre una y otra Constitución, Morales marcó la hoja de ruta para los próximos días: "Ahora me reuniré con los movimientos sociales y después con los sectores opositores. Recibiré individualmente a los prefectos opositores (Tarija, Santa Cruz de la Sierra y Beni, porque Pando está intervenido y la gobernadora de Chuquisaca, Savina Cuellar, dijo que no quiere reunirse con el presidente). Recogeré sus propuestas e inquietudes, sobre todo en relación a las autonomías, pero no habrá un pacto para modificar la nueva Constitución".
Los prefectos opositores han querido presentar los resultados del domingo pasado (donde el No se impuso en Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando, es decir la llamada Medialuna opositora y separatista) como un empate y han adelantado que no acatarán la nueva carta magna.
Para adelante, el presidente trazó lo que para él es la principal tarea pendiente: "Tenemos que descolonizar a Bolivia, pero hay que empezar por descolonizarnos a nosotros mismos. Tenemos que cambiar nosotros. Si Evo no cambia, Bolivia no va a cambiar. Hay que trabajar duramente para no ser egoísta, no ser individualista, no ser sectario, no ser regionalista, no tener ambiciones, ni económicas ni de poder".
Vestido con sus típicos atuendos andinos, muy lejos de las formalidades de saco y corbata de la mayoría de los gobernantes, Morales inscribió el proceso político boliviano en el marco continental: "Los países vecinos están mirando con atención este proceso con resultados concretos. La lucha contra la pobreza en todos los frentes no es sólo una política de gobierno, sino que ahora está incluida en la Constitución".
También remarcó que "desde ahora, por Constitución no habrá ninguna base militar extranjera, menos de Estados Unidos".
La relación con Estados Unidos está resentida desde que su gobierno expulsó al ex embajador Phillip Goldberg, acusándolo de conspirar junto a la oposición de derecha en lo que él llamó "golpe cívico-prefectural". "Siento que hay una revolución democrática en marcha. Ya los pueblos no levantan las armas contra el Imperio, pero ahora es el Imperio quien levanta las armas contra los pueblos", disparó.
Y marcó el carácter continental de tal revolución: "Suscribo al compañero Hugo Chávez cuando dice que ha comenzado la segunda y definitiva liberación de nuestros pueblos. Hay revoluciones en marcha en toda Sudamérica".
"Nosotros siempre luchamos contra el imperio. Mis ancestros lucharon contra el imperio español, luego mis abuelos y padres contra el imperio inglés, y ahora nosotros luchamos contra el imperio estadounidense".
-Usted habla del imperio por Estados Unidos, ¿tiene alguna esperanza de que el cambio de gobierno en ese país signifique un cambio en su política exterior?.
-En principio, es una buena señal que el nuevo presidente Barack Obama haya decidido cerrar la cárcel de Guantánamo, pareciera que quiere cambiar la política exterior, pero habrá que esperar. Nosotros seguiremos firmes en nuestra posición antiimperialista y anticolonialista.
-¿Y cree que podría haber en el futuro una intervención militar de Estados Unidos en el continente si siguen prosperando los procesos políticos en Bolivia, Ecuador y Venezuela? ¿Cómo toma la propuesta del presidente Lula de Brasil en relación a la necesidad de conformar una Comisión de Defensa Común de Sudamérica?.
-Nosotros estamos total y absolutamente de acuerdo con esa propuesta de integración militar, tenemos que apoyarnos en la actitud antiimperialista.
Luego de casi una hora de diálogo con los corresponsales extranjeros, Morales concluyó diciendo: "Sólo creo en la fuerza y la conciencia del pueblo. No es Evo el que hace historia, son las fuerzas sociales. Puedo tener errores, pero que mi pueblo sepa que nunca encontrará traición en mí".
MARIANO SARAVIA
Especial para "Río Negro"