La divisa estadounidense comenzó la última semana de enero algo más entonado frente a una tibia recomposición de la demanda privada que ayudó a consolidar las cotizaciones propuestas por las recientes compras del Banco Central.

Durante la jornada la autoridad monetaria tuvo algunas incursiones en el mercado mayorista con posturas de venta, a pesar de los cual la divisa estadounidense cerró unas milésimas de peso arriba de los precios del viernes a 3,4825.

En bancos y agencias de cambio de la "city" porteña la divisa se acomodó un centavo arriba a 3,46 pesos para la compra y 3,50 el tipo vendedor, en valores que no frecuentaba desde la última semana de diciembre de 2002.

Los operadores descartan la posibilidad de correcciones importantes en el tipo de cambio, cuya evolución depende casi exclusivamente de la estrategia desplegada por el Banco Central que toma el control de la situación direccionando los precios para mantenerlos equilibrados con las monedas de la región.

Según los expertos, el "techo" del dólar para los próximos días estaría fijado en los 3,50 pesos y aseguran que se mantendría la presión de los exportadores "porque necesitan hacerse de pesos para afrontar sus obligaciones".

Por el lado de las tasas de interés, en las entidades financieras se ofreció un rendimiento promedio del 13,93 por ciento mensual, equivalente al 1,14 mensual, en el plazo de treinta días exclusivamente.