Lunes 26 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 9 > Regionales
¿Puede volver Hidronor?
La posibilidad de hacer resurgir la empresa que construyó nueve presas, seis centrales hidroeléctricas y varios miles de kilómetros de línea de alta tensión, fue motivo de charla en noviembre entre ex personal de la compañía reunido en El Chocón. Entre los presentes se contaron los ex presidentes de la firma Héctor Lazcano y Pedro Federico, los ex gerentes Roberto Taccari y Luis Guarnaccia, y los ex directores Pedro Salvatori y Luis Sapag.

Durante el gobierno del doctor Arturo Illia se concretaba el proyecto de Agua y Energía Eléctrica, Empresa del Estado, para domar los ríos Limay y Neuquén -principalmente- y lograr tres principales propósitos que se vislumbraban como de gran desarrollo para la región que se denominaría Comahue: regulación de crecidas, riego y, prioritariamente, energía que necesitaba con urgencia Buenos Aires, su conurbano bonaerense y litoral. La ley 16.882 promulgada el 3 de junio de 1966 fue la llave para la apertura de "la obra del siglo": "Art. 1° -El Poder Ejecutivo licitará, por intermedio de Agua y Energía Eléctrica, Empresa del Estado... la ejecución de las obras del Complejo ´El Chocón-Cerros Colorados´ sobre los ríos Limay y Neuquén, en las provincias de Neuquén y Río Negro y de las líneas de transmisión con sus instalaciones complementarias, desde las centrales hidroeléctricas del Complejo hasta el Sistema Eléctrico Gran Buenos Aires-Litoral". Los minuciosos 26 artículos de la ley habían transitado varias veces por senadores y diputados buscando consenso para su efectiva aplicación asomando en uno de ellos que "a los fines de la presente ley, denomínase Región del Comahue al territorio integrado por las jurisdicciones provinciales completas de Neuquén y Río Negro; por los departamentos Puelén, Cura-Co, Lihuel Calel y Caleu Caleu de la provincia de La Pampa y por el Partido de Patagones de la provincia de Buenos Aires", facultándose a dicho organismo nacional para "designar hasta un máximo de 50 ingenieros, 10 profesionales universitarios, 100 técnicos, 75 administrativos y 100 agentes de maestranza y servicio...".

Esta sintética introducción -no muy conocida- fue el inicio formal para el proyecto y ejecución de esas grandes obras norpatagónicas. Derrocado Illia, el gobierno no constitucional presidido por Juan Carlos Onganía tomó las riendas del grandioso proyecto y por decreto 7.925 (23/10/1967) se fundó Hidronor SA-Hidroeléctrica Norpatagónica Sociedad Anónima (Onganía, Krieger Vasena-Gotelli-D´Imperio), aprobándose su estatuto con duración de 100 años y cuyo artículo 5° expresaba similares propósitos: "La Sociedad tiene por objeto construir y explotar obras hidráulicas y eléctricas en la Región del Comahue y en particular las del Complejo El Chocón-Cerros Colorados... incluyendo las líneas de transmisión..." detallándose normas para su funcionamiento, siguiéndole la ley 17.574 (21/12/1967), (Onganía) que derogó la 16.882 (Illia) y otorgó "a Hidronor, SA Hidroeléctrica Norpatagónica, Sociedad Anónima, la concesión para construir y explotar las obras del Complejo El Chocón-Cerros Colorados... incluidas las líneas de transmisión" y por el art. 7° se declaró "de interés nacional los trabajos y obras correspondientes al Complejo El Chocón-Cerros Colorados", definiéndose -art. 10- en forma similar los límites de la "Región del Comahue".

Seguidamente se procedió en forma acelerada y precisa a concretar las etapas del proyecto con consultoras y empresas del exterior y del país, cuyos detalles sería largo enumerar y a los que nos hemos referido en otras oportunidades. Fue como si se hubiera descubierto petróleo en esa geografía patagónica donde reinaban los ríos Limay y Neuquén. Tomado estado público la realización de dichas obras, una avalancha humana se hizo presente. Por algo en la iglesia de Villa El Chocón existen 22 banderas de otras tantas nacionalidades. En Chocón se construyó la "villa transitoria" para albergar a quienes trabajarían en el emprendimiento -hasta con escuela, cine y comercios- lamentablemente demolida al finalizar las obras.

Los trabajos estaban recién comenzados con epicentro en el lado neuquino del Limay cuando se produjo la inauguración formal de la "obra del siglo". Fue el 9 de enero de 1969, hace 40 años. A media mañana aterrizó en Neuquén el avión presidencial "Libertad" con el presidente Juan Carlos Onganía -de traje azul-, los ministros Luis M. Gotelli y Bernardo J. Loitegui, presidente de Hidronor Manuel J. Olascoaga y presidente de su comité ejecutivo, ingeniero Raúl Ondarts y otros altos funcionarios más, llamativamente, el empresario frutícola de Cipolletti, Guido Grisanti, de la firma Tres Ases. Esperaron al presidente el comandante del Ejército Alejandro A. Lanusse, los gobernadores del Neuquén ingeniero Adolfo E. Rosauer y del Río Negro Luis H. J. Lanari e intendentes Marcelo Otharán y Julio Dante Salto (Neuquén-Cipolletti).

Invitados especiales y periodistas en otro avión. Larga caravana de automóviles por la pavimentada Ruta 22 hasta la 237 cuyo ripio y tierra dejaron su presencia en el "Rambler gris" presidencial. En "Bajada del Chocón Chico" buena cantidad de público se reunió alrededor del palco oficial. A las 11:30, aproximadamente, el secretario de Energía y Minería ing. Luis M. Gotelli dijo su discurso, siguiéndole el presidente de Hidronor Manuel José Olascoaga. Técnicos y obreros de las empresas Impregilo y Sollazzo Hnos. adjudicatarias de las obras civiles y de ingeniería y otros, siguieron con atención el acto. El secretario general de la gobernación del Neuquén Horacio F. Noberasco dio lectura del decreto creando la Villa El Chocón, continuando la bendición de las obras por el obispo Jaime Francisco de Nevares. El presidente, comitiva, invitados y periodismo recorrieron las viviendas en construcción, pabellones para personal soltero, galpones, etc. Luego, el ingeniero Ondarts explicó las características del complejo y seguidamente se trasladaron a "El Mirador", "lugar cercano desde donde se dominaba el futuro asiento del dique, el presidente descubrió la piedra básica (¿estará todavía?) sobre la cual se halla una varilla de agrimensura que, desde la margen izquierda del río Limay, enfrenta con una marca que se distinguía sobre los contrafuertes de la orilla opuesta, trazando el eje imaginario de la extraordinaria presa a construirse" (sic). Luego almuerzo y regreso al aeropuerto neuquino. Con el silencio de jarillas y alpatacos y algunos asombrados no lejanos guanacos se había concretado la primera visita presidencial a este lugar clave de la nueva Región Comahue.

 

Reciente reunión

 

En noviembre pasado y por tercer año consecutivo ex personal de Hidronor SA se reunió en Villa El Chocón para recordar "tiempos pasados", acentuar vínculos, manteniendo latente aquel trabajo en común de la gente que trabajó en los empredimientos de Hidronor. Más de cien personas, incluidos algunos familiares y la presencia de los ex presidentes de la empresa ingenieros Héctor Luis Lazcano y Pedro Federico, ex gerentes financieros doctores Roberto Taccari y Luis Guarnaccia, ing. Enrique A. Landi e ingenieros Pedro Salvatori y Luis Sapag que en algunos períodos fueron directores por Neuquén. Además de los discursos de varios de los nombrados, algo nos llamó la atención: comentarios en las mesas principales -no producto del buen tinto patagónico- sobre la posibilidad de hacer resurgir Hidronor SA como empresa del Estado, mayoría accionaria y participación privada el resto, pero con modernizado perfil -zafando de la errada privatización menemista, según algunos de los presentes- y la probada experiencia que podrían aportar "ex hidronistas" (perdón por el neologismo). Nueve presas, seis centrales hidroeléctricas, varios miles de kilómetros de línea de alta tensión, estaciones transformadoras, la más moderna villa patagónica, experiencias palpables, fueron recordadas como obras de ex Hidronor. Lamentamos no haber grabado esas charlas, pero se escuchó que en aquellos años "cuando los ferrocarriles perdían un millón diariamente, Hidronor mostraba ganancias" (35 millones en 1991). "Ese año había generado 5.922.170 MWh y vendió energía por 182.000.000 de dólares". Con un reformado estatuto Hidronor podría administrar y mantener los emprendimientos que construyó, proyectar y construir en la Patagonia y otros lugares del país -como las actuales represas Cóndor Cliff y La Barrancosa en el río Santa Cruz- fijar tarifas preferenciales para fomento y desarrollo regional, etc. Los técnicos presentes en la grata reunión expusieron brevemente otras interesantes premisas para "un nuevo Hidronor", probando que no están "jubilados" de buenas ideas y por el contrario, mostraron actualización mundial del tema. ¿Se animarán a formalizar un movimiento -o algo similar- que pretenda resucitar el Hidronor SA de Guido, Gadano, Sapag y otros patagónicos, principales domadores del Neuquén, Limay y tranquilidad del Negro?

 

HÉCTOR PÉREZ MORANDO (*)

Especial para "Río Negro"

(*) Periodista. Investigador de historia patagónica.

 

Bibliografía y fuentes principales: Álvarez, G. Neuquén-Historia, 1983. Crónicas Regionales (Chubut), 1995. Oreja, PF. Del silencio, 1993. Rev. Aquí Nosotros, 1969/70. Hidronor. Memoria 1968 y ot. Revista y Boletín, varios. Pérez Morando, H.A 30 años, RN, 1997. Archivo diario Río Negro. Biblioteca Patagónica (VECh) y otros.

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