BUENOS AIRES (ABA).- El plan de ayuda que el gobierno implementó para beneficiar a los productores agropecuarios afectados por la sequía se instrumenta de manera discrecional y con criterios políticos, según admiten en privado los propios funcionarios involucrados en el proyecto.
La Casa Rosada puso en marcha un mecanismo para entregar subsidios, maíz y forraje gratis a los chacareros que tienen su ganado al borde de la muerte debido a la falta de lluvias.
Pero los que deciden quiénes serán los favorecidos por el programa son los intendentes y gobernadores que responden al oficialismo. Según el gobierno, la secretaría de Agricultura tiene alrededor de 1.000 millones de pesos para gastar en este plan, llamado "Sequía II".
El proyecto se puso en marcha el miércoles 14 de enero, el día que la presidenta Cristina Kirchner anunció en la Quinta de Olivos la instrumentación de subsidios para los productores que compren maquinaria agrícola. Desde la residencia presidencial, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, habló con el gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli; el de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; el de La Pampa, Oscar Jorge; el de Chaco, Jorge Capitanich; y el de Entre Ríos, Sergio Urribarri. Acordó con cada uno de ellos que serían los intendentes de sus provincias quienes iban a comunicar qué productores locales necesitan recibir cuanto antes la ayuda agrícola de la Casa Rosada. "Ellos son quienes mejor conocen a sus vecinos, a los productores de cada zona. Son los interlocutores que necesitábamos", explicó un funcionario clave del proyecto. Pero la realidad es que son los intendentes que responden a los Kirchner quienes tienen prioridad y favoritismo para repartir el forraje K en su zona de influencia.
Uno de los primeros jefes comunales que recibió ayuda de la Casa Rosada fue Ricardo Curetti, el intendente de la localidad bonaerense de Carmen de Patagones, de sesgo oficialista. Según acordó con autoridades nacionales y provinciales, recibió 600 cheques de 15 mil pesos cada uno para repartir entre los productores agrícolas locales. Curetti explicó que "el subsidio lo recibirán 258 productores de Patagones, 132 de Villalonga y Pradera, y 216 de la localidad de Stroeder. Los productores van a recibir los 9 millones de pesos, y de esta manera se estará cumpliendo el compromiso asumido por el gobierno nacional y de la provincia para brindarle ayuda económica al sector".
Además, Curetti negoció con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, la entrega de alimento para el ganado que también será distribuido entre los chacareros de su distrito.
Según pudo saber "Río Negro", la decisión de que sea Moreno la cara visible del gobierno para este tema fue una decisión de Néstor Kirchner: es el funcionario más "odiado" por la dirigencia rural, que le pide la renuncia cada vez que puede. Kirchner no quiere que su funcionario preferido sea doblegado y por eso lo muestra lo más que puede.
Moreno tiene todo el apoyo K para continuar distribuyendo la ayuda ganadera a los dirigentes oficialistas. La metodología con la que fue beneficiada la municipalidad de Carmen de Patagones se repetirá en el resto de los municipios de las provincias que sufren la sequía.
La Mesa de Enlace Agropecuaria alertó esta semana que el mecanismo traerá problemas por la falta de transparencia en el reparto de los beneficios para los productores: "No queremos que nos traten de tontos", se enojó el titular de CRA, Mario Llambías, y agregó: "Esto es un posible foco de clientelismo político y económico".
NICOLÁS WIÑAZKI