CHOS MALAL (ACHM).- En Chos Malal se presenta una grave problemática con la calle Tucumán: se trata de uno de los accesos al barrio Uriburu, el más alejado y populoso de la ciudad, pero la misma constituye un peligro especialmente para los transeúntes que no tienen veredas por dónde circular.

Se trata de un acceso que cuenta con aproximadamente 1 kilómetros de recorrido, desde su inicio en calle San Martín hasta que ingresa al barrio y corre paralela a la Jaime de Nevares.

Si bien no es el único acceso dado que hay otro por el barrio Cordillera del Viento a través de la Ruta Nacional 40 y otro por la calle Jaime de Nevares, el de la arteria Tucumán es el más utilizado por los vecinos del Uriburu y también por los automovilistas porque es la vía de acceso más rápida y directa desde la zona céntrica.

Esta calle es de tierra, que casi siempre está en mal estado de conservación y se transforma habitualmente en pistas de carrera para quienes circulan desde y hacia el barrio. Además de los intensos polvaderales, los transeúntes y los ciclistas son los que deben padecer las dificultades y los que constantemente están en riesgo porque cuando circulan vehículos de ambas manos quienes lo hacen a pie no tienen margen para continuar su marcha.

En la calle Tucumán han ocurrido graves accidentes, uno de ellos le costó la vida a un niño que se dirigía a la escuela en compañía de su madre y que murió atropellado por un automovilistas que se dio a la fuga y el otro fue un vuelco que culminó con la vida un joven a poco de ingresar al barrio.

Los vecinos bregan para que la misma no sólo sea pavimentada, sino para que además se realicen todas las obras necesarias que posibiliten circular con seguridad.

En este aspecto siempre han reclamado no sólo la pavimentación de la misma, para hacer de esta una vía de comunicación acorde a las necesidades del barrio, sino también la construcción de reductores de velocidad, veredas y bici sendas para garantizar que quienes transitan diariamente la misma lo hagan en un marco de seguridad.

También resultaría necesario para los vecinos la iluminación del sector, con farolas protegidas mediante algún sistema que impidan su rotura, dado que la iluminación es otro de los factores que le garantiza seguridad a los vecinos, especialmente en invierno cuando deben trasladarse a la zona céntrica a trabajar.

La calle es bastante compleja, dirigiéndose al barrio Uriburu, sobre la margen derecha ni bien se inicia la arteria en su intersección con San Martín se encuentra el Departamento de Aplicación N° 2, un establecimiento de nivel primario, donde además funciona el Instituto de Formación docente N° 2, por lo cual hay actividad durante todo el día e incluso en la noche.

Luego hay algunas viviendas y se inicia el recorrido del canal norte, que con respecto a la calle se encuentra a bastante desnivel, seguidamente, el denominado "chorro" de agua desde donde se abastece el camión regador y seguidamente casi a la llegada del barrio sobre el borde del canal hay un espacio verde conformado por pinos y una alcantarilla que cruza la calle,

Sobre la margen izquierda existe una chacra, la usina vieja del Ente Provincial de Energía del Neuquén y también algunas viviendas y prestadores de servicio.

Es una calle de doble mano, por lo que es constante el ir y venir de vehículos muchos de los cuales no toman los recaudos de hacerlo a los límites de velocidad permitidos en el ejido urbano.