NEUQUÉN (AN).- Con las inscripciones 2009 abiertas la Policía reconoce que cuesta mucho sumar nuevos agentes. En siete años hubo una importante reducción en la cantidad de postulantes, pasando de 3.500 en el 2002 a 700 en el 2008, lo que representa una merma del 80 por ciento.
El principal motivo por el cual se busca ser policía sigue siendo el sueldo y la obra social, algunos suman la posibilidad que da la fuerza para estudiar, pero son los menos.
Puertas adentro, en la institución están preocupados porque no parece ser para los jóvenes una alternativa de futuro sino más bien una salida o un escape hacia adelante de la actual situación económica. Sólo por estudiar se abona una beca de 600 pesos mensuales y una vez egresado el sueldo inicial ronda los 2.200 pesos. Además la Policía ofrece una buena obra social, la posibilidad de hacer carrera y las ventajas de poder realizar estudios superiores.
Desde el 2002 se cayó en una curva descendente que podría llegar a estabilizarse recién este año en valores muy lejanos a los de principio del milenio. Saben en la fuerza policial que la caída libre que tuvieron entre el 2002 y el 2004 se profundizó con la suspensión de las inscripción del 2005 donde se dejó sin chances a 1.500 aspirantes. El bache del 2006, año en el que no se abrió el proceso de postulación, acrecentó aún más el hecho de contemplar a la policía como una alternativa posible. Recién a mediados de 2007 se volvió a retomar las inscripciones y 600 jóvenes llenaron el formulario.
El pasado año se normalizó el proceso de captación de nuevos agentes logrando atraer a 700 jóvenes de los cuales finalmente 350 comenzaron el cursado.
A la escasa cantidad de aspirantes se suma un proceso de purificación que hace la fuerza tratando de evitar que ingresen policías que distorsionen la imagen que la institución quiere dar a la sociedad.
A los jóvenes, que van de los 18 a los 28 años, se les pide estudios secundarios por lo que muchos de los que se inscriben suelen quedar en el camino antes de arrancar porque no logran sacar las materias adeudadas.
A eso se suma que un grupo de los que se anotan no vuelven más porque cambian de opinión o creen que esa carrera no es para ellos.
Otros, como se averigua si tienen antecedentes o vinculaciones con la delincuencia, desisten tras la entrega del formulario.
Durante los exámenes de ingreso se produce un nuevo filtro, ya que los interesados o no tienen condiciones físicas adecuadas -ya que sea por sobrepesos, problemas auditivos o de columna-, o porque no pasan los test de conocimientos básicos necesarios. Hay otro grupo que queda en el camino porque no tienen el perfil psicológico adecuado.
Al final del proceso, de todos los inscriptos, la mitad comienza el cursado y egresa como nuevos agentes el 75 por ciento.