Sábado 24 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 6 > Regionales
Un cambio que busca adecuarlo al Tratado de No Proliferación
El uso pacífico de la energía nuclear sigue controles para evitar la difusión de esa tecnología para la guerra.

El uranio se encuentra en la naturaleza en una relación isotópica de 99,3% del isótopo uranio 238 y 0,7% de uranio 235. El enriquecimiento tiene la finalidad de aumentar la concentración de uranio 235, que es el isótopo capaz de producir la fisión nuclear. Los reactores de investigación y las centrales nucleares argentinas utilizan uranio enriquecido o uranio natural con un agregado de uranio levemente enriquecido para mejorar su rendimiento.

El proceso de enriquecimiento (o separación de 235U) se aplica tras haber separado el uranio de las impurezas por medios químicos. En el método históricamente utilizado a escala industrial, la difusión gaseosa, el uranio se encuentra en forma de hexafluoruro de uranio. Tras el enriquecimiento, el hexafluoruro de uranio es transformado en plantas químicas especiales en dióxido de uranio, material cerámico que se utiliza finalmente como combustible en los reactores nucleares.

El uranio de bajo enriquecimiento tiene una concentración inferior al 20% de 235U. Para su uso en los reactores de agua ligera comerciales, los más extendidos mundialmente, el uranio está enriquecido del 3 al 5% con 235U. En esos niveles, no hay un riesgo directo de explosión. El LEU, que ahora utilizará el RA-6 está enriquecido del 12% al 19,75% con 235U, siendo la concentración más alta para sustituir a los combustibles de alto enriquecimiento por los de bajo enriquecimiento.

Para construir un artefacto atómico, es preciso contar con uranio 235 con un grado de pureza de 95%.

El Tratado de No Proliferación Nuclear fue firmado el 1 de julio de 1968 en el marco de Naciones Unidas, y restringe la posesión de armas nucleares. La gran mayoría de los estados soberanos del mundo forman parte del tratado. Sólo a cinco países se les permite en el tratado la posesión de armas nucleares: Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, la Unión Soviética (actualmente Rusia) y la República Popular de China. Eran los únicos países que poseían armas nucleares en esa época y son también los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Ellos se comprometen a no transferir tecnología de armas nucleares a otros, y el resto se compromete a no desarrollar armas nucleares.

Si bien Irán suscribió el tratado, en 2002 el expresidente de Estados Unidos, George W. Bush lo incluyó a en el "eje del mal", por su presunto apoyo al terrorismo. Se sospecha que el programa nuclear iraní tiene fines militares.

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