Sábado 24 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 30 > Policiales y Judiciales
Pagan rescate en una playa y esperan la liberación
El hermano de la víctima dejó 200.000 dólares y joyas tras una serie de postas.

BUENOS AIRES (DyN).- La familia del empresario Leonardo Bergara, secuestrado hace 32 días cerca de su casa de la localidad bonaerense de Ranelagh, partido de Berazategui, pagó un rescate de 200.000 dólares y joyas que arrojó en una playa de Pinamar, tras lo cual se aguardaba anoche con tensión y expectativa la liberación de la víctima.

El rescate fue entregado por Gustavo Bergara -el hermano de la víctima que desde el inicio encabezó las negociaciones-, luego de seguir una serie de indicaciones que le dieron los captores para eludir a la policía.

La entrega se habría concretado ayer a las 4, cuando el hermano del empresario secuestrado arrojó el bolso con el dinero y las joyas en la zona de "La Frontera", un balneario con dunas de Pinamar, al que sólo se accede en camionetas 4x4.

Tras enterarse del pago, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, manifestó en diálogo con radio Rivadavia que "estamos ante la máxima expectativa" y dijo que "es inminente el desenlace". Scioli también dijo escuetamente que las cosas "van bien" en relación al esclarecimiento del hecho.

De todos modos, hasta anoche no había señales del empresario y se especulaba que recién lo liberarían en la madrugada, para ampararse en la oscuridad, tal como ocurrió en otros casos.

De acuerdo con las versiones que se conocieron con el correr de las horas, la concreción del pago comenzó a escribirse a las 22 del jueves, cuando Gustavo Bergara recibió en su casa de Ranelagh un llamado del encargado de llevar adelante las negociaciones para efectuar el pago y le exigió 230.000 dólares, aunque sólo había conseguido reunir 200.000 y completó el monto en joyas.

Bergara -añadieron los informantes- habría salido en su camioneta y el negociador le pidió que tome por la Autopista Buenos Aires-La Plata.

A la altura de la rotonda de Alpargatas recibió otro llamado en el que le indicaron que fuera por la Autovía 2, que va a la costa Atlántica.

Siempre según las informaciones que se dejaron trascender a la prensa, cuando estaba por Chascomús el hermano de Bergara habría recibido una nueva comunicación de los captores en la que le ordenaron que se desviara por un camino de entrada a la ciudad y que en una de las calles tomara una bolsa donde había un teléfono celular. Así, le habrían exigido que tirara su aparato, que habría sido hallado por los investigadores.

El objetivo de los secuestradores era continuar las comunicaciones con el nuevo teléfono para evitar ser detectados, pues el de Bergara estaba intervenido en la causa que llevan la fiscal federal de Quilmes Silvia Cavallo y el juez federal de ese distrito, Luis Armella.

Posteriormente lo hicieron entrar por varias localidades de la costa, hasta ingresar a Pinamar, donde se dirigió a la playa. Según trascendió, en un momento le habrían pedido que suba a un cuatriciclo que había allí para dirigirse al balneario "La Frontera", donde -en una parte del camino- dejó la bolsa con el dinero y las joyas por indicación de los captores.

La metodología y el sistema de postas establecido por los delincuentes confirman las hipótesis de que la banda que secuestró a Bergara, de 37 años, está compuesta por gente profesional y con conocimientos de la forma de trabajar de la Policía, por lo que se refuerza la teoría de que entre los responsables haya personal de fuerzas de seguridad.

Precisamente, por el caso hay dos policías detenidos, el oficial Víctor Vega, quien trabajaba en la Distrital de Berazategui, y el teniente Diego Maximiliano Costa, de la comisaría Primera de Quilmes. Además, hay otros tres policías prófugos, entre ellos uno identificado como José Pardini -un hombre con antecedentes penales que había sido echado de la fuerza de seguridad-, y otros dos que fueron detenidos y luego liberados por "falta de mérito": el capitán Juan Cardozo -ex superior de Vega- y el ex cabo de la Bonaerense Néstor Ocampo.

Pese a que los investigadores realizaron procedimientos en Pinamar, se presume que el empresario podría estar cautivo en el conurbano bonaerense, mientras los secuestradores aguardan el momento propicio para liberarlo.

Bergara fue capturado el lunes 22 de diciembre cuando salió junto a su esposa en su camioneta Grand Cherokee de su casa de Ranelagh, partido de Berazategui. La pareja fue sorprendida por hombres fuertemente armados que iban vestidos con uniformes de policías y encapuchados.

Los delincuentes se llevaron al matrimonio y poco después liberaron a la mujer y abandonaron la camioneta a un costado de la autopista Buenos Aires-La Plata, en inmediaciones al Cementerio Parque Iraola, de Hudson. Luego se comunicaron con la familia del empresario y exigieron un millón de dólares de rescate, cifra que después redujeron a la mitad y finalmente establecieron en 230 mil.

Bergara y su hermano son responsables de la firma GB Componentes, en el barrio porteño de San Cristóbal, un comercio mayorista de artículos electrónicos como capacitores, células fotoeléctricas, circuitos integrados y transistores, entre otros productos.

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