Carlos Bianchi habló por primera vez sobre el problema suscitado con Mauricio Caranta, aunque el manager general de Boca no echó demasiada luz sobre el asunto. La conflictiva historia que protagonizan el arquero, la dirigencia y el entrenador Carlos Ischia tuvo un nuevo capítulo ayer, cuando el arquero no se presentó a entrenar con la reserva.
Tal vez imaginando la no concurrencia del arquero, los directivos llevaron al predio de Casa Amarilla a una escribana, para que labrase un acta.
Con esta novedad, el foco de atención se trasladó a Tandil, donde Bianchi dio la conferencia una hora y media más tarde de lo sucedido en Casa Amarilla.
"Esta situación se descarriló y no es agradable para nadie. Hoy Caranta se tenía que presentar (a entrenar) y no se presentó. Labramos un acta y a partir de ahora no se", afirmó Bianchi.
Bianchi debió afrontar ahora una cuestión que no parece lejana: que el conflicto se resuelva en la justicia. "No depende de nosotros, yo hubiera querido que venga al entrenamiento para ponerse en forma. Mauricio es el único jugador que esta al día. Queremos que el juegue, que encuentre un lugar donde jugar. Boca va a tratar de allanarle el camino", concluyó.