EL BOLSÓN (AEB). Las altas temperaturas y el viento complicaron ayer las tareas de los combatientes que afrontan el control del último foco de importancia que se mantiene en el incendio forestal que se desencadenó hace una semana en los parajes Los Repollos y Cuesta del Ternero.
El fuego ya arrasó más de 2.000 hectáreas y se mantiene un frente sin control en la ladera sur del morro de Sheffield, a unos 35 kilómetros al norte de la ciudad. El sector en que se quemó mayor superficie es en cercanías del actual vertedero municipal, donde fueron afectadas 1.400 hectáreas. Allí siguen trabajando los brigadistas en tareas de líneas de defensa y enfriamiento del suelo en zonas calientes.
Los expertos dicen que al menos el 95 por ciento del siniestro está circunscripto y controlado, aunque verdaderas islas calientes motivarán que la extinción total se demore todavía por varios días más.
En tanto, un avión hidrante del Plan Nacional de Manejo del Fuego concretó ayer siete lanzamientos de agua sobre pinares que arden en el extremo del incendio, ya sobre la Cuesta del Ternero, mientras que unos 50 hombres de Parques Nacionales y de la provincia de Neuquén realizaron 2.000 metros de línea húmeda y de control en el flanco derecho.
Por su parte, el helicóptero del Ejército Argentino trasladó a cuatro brigadistas del Splif al filo del cordón Serrucho para realizar líneas de defensa en el lengal afectado por otro foco, también controlado.
En resumen, las ráfagas fuertes con vientos del oeste, con un frente frío desde el Pacífico, complicaron el panorama y se demora la oportunidad de dominar por completo el siniestro. Anoche esperaban algunas lluvias aisladas y marcado descenso de temperatura. Las condiciones se mantendrían hoy, pero el viento rotará al oeste -sudoeste.