El músico británico Elton John volvió a la Argentina para ofrecer, ante 25.000 espectadores en el estadio Boca Juniors, un recital de dos horas en el que cautivó con los grandes éxitos de su carrera, improvisaciones y sus canciones más emotivas.
Al frente de una sólida banda, John envolvió a un público que rondaba los 30 y 40 años, y encaró con soltura un repertorio variado, en el que se impuso como maestro del rock and roll, el boggie boggie y las baladas, pero ante todo como un excelente pianista.
Luego de la amable y efectiva actuación del baladista inglés James Blunt, Elton salió a escena a las 22:30 ataviado con un traje negro estampado con lentejuelas verdes en la espalda, camisa turquesa y anteojos azules y se mostró de buen humor y muy conectado con los músicos.
Con el imponente instrumental "Funeral for a friend" enganchado con "Love Lies Bleeching", el cantante y compositor abrió el concierto y de a poco fue desplegando su carisma y desatando su voz para interpretar imbatibles composiciones como "Believe", que interpretó sólo al piano en uno de los pasajes más emocionantes de la noche.
Ante una audiencia receptiva que lindaba entre la nostalgia y la alegría y en la que no faltaron famosos como Alejandro Lerner, Romina Gaetani y Fernando Niembro, el artista se lució con improvisaciones en "Madaman Across the Water", al que le imprimió guiños tangueros y la cita de "Don´t Cry For Me Argentina", y las introducciones de "Take Me to the Pilot" y "Rocket Man", que da el nombre a la gira que viene realizando desde hace dos años.
John demostró su amplio dominio del piano, instrumento que toca desde que tenía tres años, y se entregó apasionado a un concierto donde tampoco faltaron "Candle in the Wind", "Sacrifice" y los rockeros "I´m Still Stanching", "Cocodrilo Rock" y "Saturday Night`s Alright", para cerrar el show con su clásico "Your Song".
La antesala Blunt
Como antesala del show de Elton John, su compatriota James Blunt, creador del archiconocido "You´re Beatifull", salió al escenario dispuesto a conquistar un público que celebró cada una de sus acciones, hasta la más demagoga: hacia el final se calzó una camiseta de selección con el 10 y su nombre estampado en la espalda.
Amables baladas como "I love you" cautivaron a las chicas que endiosaban a Blunt desde la platea baja, algo que alentó al cantante inglés a hacer algo inesperado: se lanzó a la gente y dio una especie de vuelta olímpica por el campo Vip y hasta se paró arriba del piano como una auténtica estrella rockera.(Télam)
