Viernes 23 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 44 > Contratapa
Una oportunidad para Casa Amarilla

ZAPALA (AZ).- Algunos dicen que el color que la distingue es una mera casualidad. Otros la señalan como un simple monumento al abandono. Pero muchos desconocen la historia de la Casa Amarilla, esa construcción ubicada en el acceso a Zapala por Ruta Nacional 40 que desde hace largos años se convirtió en una montaña de basura que alberga a indigentes por las noches.

El municipio puso manos a la obra en el reacondicionamiento de la estructura con el objetivo de convertirla en una referencia turística en la localidad. La iniciativa partió del presidente del Concejo Deliberante y actual intendente a cargo, Aldo Pizarro, quien impartió directivas para mejorar su imagen.

Esta construcción data de los años cuarenta y fue realizada para cobijar al transformador que retenía la energía que llegaba desde la vieja usina de Covunco y abastecía el suministro de la antigua Guarnición del Ejército Zapala y el hospital de la localidad. Con el paso del tiempo se la abandonó a su suerte y, cuando la usina dejó de funcionar, se convirtió en un cascarón vacío.

Cuenta la historia que, cuando las autoridades de la época decidieron quitar el viejo transformador para regresarlo a su antiguo hogar en Covunco, tuvieron que echar mano a un vetusto camión Bedford. La pesada estructura hizo colapsar el transporte, que terminó volcado y alimentando leyendas supersticiosas.

Contrariamente a lo que se esperaba, esas paredes sin vida recobraron protagonismo más acá en el tiempo y se convirtieron en el escenario de furtivos encuentros amorosos. Con el paso de los años fue adoptando otra fisonomía y de un tiempo a esta parte muestra su peor cara.

El abandono trajo acumulación de basura y la convirtió en el refugio de indigentes que encontraron allí un lugar para pasar sus noches.

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