Viernes 23 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 3 > Nacionales
Kirchner juega y ahora quiere dejar jugar
El titular del PJ recibió en la Residencia de Olivos a directivos del Partido de la Concertación, en busca de revitalizar el espacio que quedó resquebrajado tras la ruptura con Cobos.

BUENOS AIRES (ABA).- "Los motores se ponen en marcha en marzo o abril. Hoy estamos en los preparativos y cada uno hace su juego político".

Un connotado dirigente K se manifestó de esa manera ante los movimientos que está haciendo Néstor Kirchner, para tratar de mostrar que el Partido Justicialista tiene vida y debate interno y que todavía es posible reflotar la Concertación Plural, a pesar de que el vicepresidente Julio Cobos -otrora principal referente de ese espacio- trabaja abiertamente para enfrentar al oficialismo en las legislativas de octubre.

Hacia adentro del PJ, Kirchner dio una señal cuando recibió a los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli y del Chubut, Mario Das Neves, ambos miembros de la conducción partidaria y con pretensiones -al igual que Carlos Reutemann- de luchar en nombre del peronismo por la nominación presidencial en el 2011.

Como la necesidad política tiene cara de hereje, Kirchner hizo oídos sordos a las "irreverencias" de Scioli y Das Neves y el miércoles por la noche, en Olivos, repasó con los dos la estrategia electoral distrito por distrito. Y, de paso, tratar de influir en la confección de las listas de candidatos, para que no se licúe en exceso el poder parlamentario del gobierno de Cristina Fernández en el período 2009-2011.

¿De 1 a 10, como fue la reunión?, se le preguntó a Das Neves. "25. Néstor reconoció, implícitamente, los liderazgos ascendentes con pensamiento propio", se ufanó el chubutense, el primero dentro de la pingüinera, en instalar la idea del poskirchnerismo, lo que había irritado, y mucho, al jefe del justicialismo.

De hecho, Scioli y Das Neves, desplazaron a Alberto Fernández, quien formalmente tiene un cargo más alto en el PJ y está construyendo por su cuenta con distintos mandatarios. Juan Urtubey, de Salta, es uno de ellos.

El destino de la Concertación con los radicales K, por otro lado, sigue siendo incierto, a pesar del esfuerzo de varios funcionarios y legisladores -entre ellos Gustavo López, Silvia Vázquez, Alejandro Tullio y el intendente de Villa Dolores Juan Pereyra-, de hacer un relanzamiento a fin de mes en las sierras de Córdoba.

Kirchner también recibió ayer a esos radicales K, que curiosamente no fueron acompañados por ninguno de los gobernadores de la UCR.

"No leí los diarios", se excusó ante este diario uno de ellos, el mandatario de Río Negro, Miguel Saiz, mientras deshacía las valijas en su casa de Viedma, al terminar de vacacionar.

Saiz aseguró desconocer las gestiones de sus correligionarios, pero acotó: "Todo es perfectible. En ningún momento la Concertación estuvo hundida. Hay que adaptarla a las circunstancias y a los tiempos que nos toca vivir".

El Partido de la Concertación nació en setiembre del 2008 como una forma de reorganizar a los referentes que siguieron afines al kirchnerismo luego del voto de Cobos y comenzó a realizar actividades en distintos puntos del país para sumar adeptos.

Con la caída de la resolución 125, la mayor parte de los "radicales K" terminaron alejándose del gobierno.

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