Consumir productos españoles y hacer los viajes de vacaciones dentro del país: ésa fue la receta para afrontar la crisis en España que dio ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián, con el fin de evitar la caída del consumo y la destrucción de empleos.
Sebastián invitó a los ciudadanos a conformar una cesta de la compra con productos y servicios nacionales, evitando importados.
Rechazó que se trate de una medida "proteccionista", ya que España no pone trabas a la importación. "En lugar de irse a esquiar a los Alpes, que se vayan a Sierra Nevada", dijo Sebastián.
Según las previsiones, la caída del consumo este año será del 1,5 por ciento y supondrá la destrucción de 120.000 empleos.
En Francia, los dirigentes de los grandes bancos cedieron a la presión del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y renunciaron a todos los pagos de bonificaciones de 2008; a cambio, los institutos podrán acceder a más ayudas de capital del Estado, informó ayer la ministra de Economía, Christine Lagarde. Los seis grandes bancos del país podrían solicitar hasta 10.500 millones de euros (13.500 millones de dólares).