BUENOS AIRES (Télam).- Un taxista fue asesinado ayer de cuatro balazos por un hombre con el que tuvo un incidente automovilístico en el barrio porteño de Recoleta y, antes de morir, alcanzó a revelar datos del auto de su asesino que era intensamente buscado por la policía.
A raíz del crimen, el secretario general del sindicato de Peones de Taxi, Jorge Omar Viviani, se reunió con el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, para analizar la situación y cruzar datos de interés para la pesquisa.
Fuentes policiales informaron que el crimen del taxista José Luis Rodríguez fue cometido ayer a la madrugada poco antes de las 2, en la esquina de Paraguay y Agüero, de Recoleta, en la zona norte de esta Capital Federal.
Según testigos, en ese cruce de calles, el chofer a cargo del taxi 26 de la empresa Pídalo tuvo un incidente de tránsito con otro automovilista a bordo de un Volkswagen Country color marrón.
De acuerdo a esos testimonios, el taxista sufrió un roce en su taxi Fiat Siena del otro vehículo, por lo que descendió del rodado para solicitarle los datos del seguro al automovilista.
Pero, según contó uno de los testigos, el conductor del otro rodado, lejos de darle la información solicitada, le pidió dinero y, ante la negativa del taxista, lo baleó. Los voceros policiales indicaron que el agresor efectuó cinco disparos y escapó del lugar, en tanto Rodríguez resultó gravemente herido, no obstante lo cual intentó perseguirlo a bordo del auto al tiempo que alcanzó a llamar por radio a la base de la empresa de radiotaxis y avisar que había sido baleado.
La persecución llegó hasta el cruce de las avenidas Corrientes y Callao, donde el chofer se desvaneció y chocó. Allí, Rodríguez fue auxiliado por el encargado de un edificio cercano, a quien le contó lo que había sucedido y le aportó datos de su agresor y del auto que manejaba.
"Llegó a contarme que lo rozaron con el auto, se bajó y el tipo le dijo que le dé la plata, (él) le dijo que estaba loco y le tiró", contó Juan Carlos, el encargado que lo asistió. "Él llamaba al hijo y decía que se moría. Me dejó muy mal. Recibió un impacto en cada brazo y otro en el bazo. Lo increíble es que el SAME no venía. La ambulancia tardó 43 minutos, lo controlé por reloj y la persona se desangró", indicó.
Juan Carlos contó que fue él quien fue a buscar al policía que está en el Hotel Bauen para advertirle lo sucedido y que éste fue quien convocó a los patrulleros y al SAME.
Uno de los choferes de la empresa de taxis Pídalo que alcanzó a escuchar el pedido que hizo por radio Rodríguez dijo que a pesar de estar a sólo cuatro cuadras, no pudieron dar con el asesino.
"Llamó a la base, dio las características del auto para seguirlo pero no llegamos a tiempo. Los primeros en llegar fuimos cuatro móviles (de la empresa de taxis) y el patrullero que llegó de contramano por Corrientes", dijo el taxista.
El chofer también dijo que la ambulancia tardó en llegar.