Aún le debe durar la sonrisa en el rostro a Carlos Ischia. Es que sus muchachos jugaron en muy buen nivel en Salta, fueron mucho más que Independiente, lo vencieron por 2-0 (Pablo Mouche y Juan Krupoviesa) y dejaron en claro que son una buena alternativa, tanto para el torneo local como para la Libertadores.
Ahora, en el Pentagonal de Grandes mandan aquellos dos y Racing, con cuatro puntos.
Los pibes "xeneizes" le dieron una verdadera lección de fútbol al equipo titular de "Pepé" Santoro.
Boca estuvo firme en defensa, con una zaga central infranqueable (Sauro-Muñoz), y en la mitad de la cancha hizo un trabajo muy inteligente, porque abrió a sus carrileros ("Pochi" Chávez y Damían Díaz) y Leandro Gracián le ganó constantemente las espaldas a los volantes rivales.
De los pies del "10", pero sobre todo de su conexión con el veloz Pablo Mouche, llegaron casi todas las chances de gol en el primer tiempo. Apenas iban 2 minutos cuando el equipo de Ischia se puso arriba, con un golazo de Mouche que combinó con Gracián y definió tras una tapada de Assmann. Tres minutos después el enganche se le cedió a Chávez, que enganchó y su zurdazo pasó cerca. Y a los 11 otra vez Gracián desniveló y Mondaini se comió un gol increíble.
Todo era de Boca (se lo perdió a los 18 Muñoz con un cabezazo que se fue cerca) hasta los 29, cuando el "Rolfi" Montenegro combinó cón Moreno y su disparó dio en uno de los palos del seguro Josué Ayala.
El "xeneize" no se quedó y un minuto después volvió a perdérselo Mondaini y a los 31 Mouche desbordó por enésima vez y Assman se lució en "vuelo".
Boca merecía el segundo y lo consiguió con una escala de Juan Krupoviesa, que dejó plantado a Tuzzio y le pegó seco y preciso. Cosas del destino, porque el "3" estuvo a punto de convertirse en el primer refuerzo del "Rojo".
En el epílogo el trámite no cambió demasiado y antes de los 10 Boca tuvo dos clarísimas gracias Mouche: en la primera el "correcaminos" transformó en poste a Rodríguez pero Damián Díaz cabeceó mal; en la segunda, Assmann le ahogó el gol con un "atajadón".
El "xeneize" no se detuvo y el 3-0 lo abortó el rubio arquero, que le atajó un penal a Gracián. Boca siguió siendo más hasta el final, el "Rojo" fue una sombra... Y Carlos Ischia, pura sonrisa.