Martes 20 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 22 > Internacionales
En un delgado equilibrio

WASHINGTON.- Una crisis económica sin precedentes, Estados Unidos comprometido en dos guerras y un conflicto interminable en Medio Oriente: Barack Obama necesitará todo su carisma para generar confianza tras ocho años de gobierno de George W. Bush, pero no tiene una varita mágica.

Ensalzado con un fervor popular extraordinario, que lo acompañó también el sábado a lo largo de un recorrido en tren desde Filadelfia (Pensilvania, este) a Washington, el inminente 44 presidente de Estados Unidos sabe que no tiene derecho a decepcionar a sus seguidores.

"Primer presidente negro. Más vale que sea bueno", dijo su hija, Malia, de 10 años, refiriéndose al discurso de investidura que Barack Obama pronunciará hoy al mediodía en el balcón del Capitolio, según una anécdota divulgada por el diario The Washington Post.

Obama cuenta con su oratoria para que los estadounidenses recuperen la confianza, tras los sombríos episodios de la era Bush: los atentados del 11 de septiembre de 2001, los reveses militares en Irak y Afganistán y la crisis económica.

La necesidad de recibir buenas noticias es tal que el piloto del avión que acuatizó el jueves de emergencia en el río Hudson, en Nueva York, salvando la vida a todos los pasajeros y la tripulación, se ha convertido en un héroe nacional.

Y mereció un par de llamadas telefónicas, de Bush y de Obama.

A la espera de incorporarse al Salón Oval, Barack Obama no se cansa de recordarle a sus compatriotas la gravedad de la situación, como para advertir que no podrá componer todo el entuerto con una varita mágica, cualesquiera hayan sido las promesas de campaña.

"Sabemos que hay trabajo que hacer. Sabemos que Estados Unidos está en una encrucijada: un país en guerra, una economía tambaleante, un sueño americano que parece evaporarse", constató en una parada de su tren en Wilmington (Delaware, en el este del país).

En su discurso de investidura, el más importante de su carrera, "Obama estará como en una cuerda floja", estimó el politólogo Buddy Howell, de la Universidad Denison. "Hay que ser realista recordando que estamos en crisis, pero habrá que contraponer esto con el espíritu de optimismo".

El interesado ya comenzó a seguir este consejo a principios de mes, al declarar: "La ruta será larga. El costo será duro. Puede que no lo logremos en un año o incluso durante un mandato presidencial, pero yo jamás había estado tan lleno de esperanzas de que lo lograremos". (AFP)

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