BUENOS AIRES (Télam).- A tres años de la muerte de Ariel Malvino, el joven argentino atacado a golpes en el balneario brasileño de Ferrugem en enero de 2006, la causa judicial que se instruye en la ciudad de Garopaba está estancada, con una apelación fiscal pendiente de resolución desde hace dos años y sin un traductor designado en el expediente, como marca la ley.
"La situación es llamativa y preocupante porque compromete la imagen de la Justicia de Brasil. Aunque nosotros tenemos una expectativa cierta de que esto va a salir adelante, da la sensación de que se ha intentado tender un manto", dijo el abogado Juan Carlos García Dietze, representante de los padres de la víctima, Patricia y Alberto Malvino. El letrado explicó que los abogados de la familia contratados en la ciudad de Florianópolis para actuar en la causa, tuvieron la noticia de que ya estaría aprobado el presupuesto del traductor que debe actuar en el expediente, lo que se constituyó en uno de los principales obstáculos burocráticos para el avance del caso.
En tanto, sigue pendiente de resolución una apelación realizada hace casi dos años por el fiscal brasileño del caso para que lleguen detenidos al juicio los tres principales acusados de la muerte de Malvino, los jóvenes correntinos Eduardo Braun Billinghurst, Andrés Gallino y Horacio Pozo. Es que en enero de 2007, el fiscal Fabio Fernández de Oliveira Lyrio apeló la denegatoria del pedido de prisión preventiva de la jueza de Garopaba, Elianne Alfredo Cardoso, quien el 9 de enero de ese año hizo lugar a la acusación que el fiscal formuló contra los tres correntinos pero no dispuso sus detenciones. "Es hora de que desperecen la causa y tengamos el camino a los juzgados populares. Lo que hay es prueba para desarrollar el juicio, hay testigos que han demostrado objetividad para declarar lo que vieron, pienso que si se llega a un juicio la verdad va a fluir, el problema es llegar", expresó García Dietze.
Los jóvenes correntinos Braun Billinghurst, Gallino y Pozo fueron indagados en octubre de 2007 mediante un exhorto por la Justicia Federal de Corrientes, el primero acusado de tentativa de homicidio agravado por el estado de indefensión de la víctima, y los otros dos por lesiones corporales seguidas de muerte. Los tres se declararon inocentes y negaron haber participado en el hecho ocurrido el 19 de enero de 2006 en Ferrugem y desde entonces la causa no registró avances significativos.
Ariel Malvino murió la mañana del 19 de enero de 2006, luego de haber sido golpeado por un grupo de jóvenes en la playa de Ferrugem, situada en el sur de Brasil. Testigos de los hechos, que declararon ante la policía brasileña, señalaron a los tres jóvenes correntinos Gallino, Pozo y Braun Billinghurst, como los responsables de la muerte.
Según esos testimonios, Pozo le habría propinado una trompada desde atrás que hizo caer a Ariel al suelo, golpeando su cabeza contra una loseta de cemento que había en la calle, y Eduardo Braun Billinghurst fue quien le arrojó una piedra de unos 17 kilos cuando Ariel estaba con convulsiones en el piso.