NEUQUÉN (AN).- Los siete médicos del servicio de Cirugía del Hospital Eduardo Castro Rendón que restaban formalizar su renuncia, lo hicieron, y así se profundiza la posibilidad de un colapso en las prestaciones quirúrgicas del sistema público.
El director del hospital Adrián Lammel confirmó ayer la información, y dijo que dentro de la gravedad de la situación, los médicos podrían rever su postura, si la subsecretaría de Salud garantiza una mejora en las condiciones en que vienen desarrollando su actividad.
El conflicto salió a la luz la semana pasada. El jefe del servicio, Javier Areta renunció, y hasta ayer el resto del equipo a su cargo había manifestado sus intenciones de seguir sus pasos, algo que terminó por suceder con la formalización de las dimisiones del resto de los médicos.
Lammel dijo que uno de los motivos que los llevó a tomar la drástica postura fue el hecho de que pensaban que el decreto que otorgaba aumentos en las guardias durante tres meses iba a quedar sin efecto, tras la negociación encarada por el ministerio de Salud con ATE y el sindicato de los médicos del sistema público.
Ahora que esto finalmente no ocurrirá, el director del hospital dijo que buscan que se cumpla con "el resto de lo que venían pidiendo".
Entre otras cosas, "más celeridad en la compra de insumos", dijo Lammel, quien les expresó a los cirujanos que hará el planteo ante las autoridades.
Una respuesta en este sentido podría hacer rever las renuncias, informó el director del centro de salud.
Se trata de un sector crucial para el sistema público de hospitales. El Castro Rendón recibe a los pacientes de mayor complejidad de la provincia. Y hay intervenciones que sólo se pueden hacer en esta institución, por la complejidad en aparatología y por los especialistas con que cuenta. De quedar sin los cirujanos, tal es la posibilidad que está planteada por estas horas, se daría un retroceso inédito para las prestaciones del hospital.
Al margen de las garantías para la compra de insumos para realizar su labor, los médicos buscan señales que les indiquen las intenciones del gobierno de completar el equipo Cirugías, al que le faltan otros ocho médicos. Actualmente son ocho los asignados a este sector, y están sobrecargados con guardias para poder atender toda la demanda. Es una tarea difícil, porque se trata de recurso humano difícil de encontrar, y que suele optar por irse a las clínicas.
Hay un plazo legal
En principio hay un plazo legal para que, en el peor escenario, el ministerio de Salud acepte las renuncias: son 30 días.
Ayer, el jefe del servicio y el primero en oficializar la dimisión, Areta, dijo que seguía firme en su decisión. "Hay una crisis de gobernabilidad que también debe ser solucionada", dijo el médico al referirse a los problemas "de la conducción del sistema".