CIPOLLETTI (AC).- "Lo más importante ahora es proteger a los que están. A todos estos chicos que tienen un futuro muy lindo por vivir y quiero que esto no se olvide, no sólo por David, sino por nuestros hijos", aseguró quebrado por las lágrimas Marcelo Oliva, el padre del joven que fue asesinado el 29 de diciembre en esta ciudad.
Ayer, unas 300 personas caminaron por las calles cipoleñas y finalizaron con un acto en la plaza San Martín reclamando no sólo justicia sino también seguridad. El pedido lo hicieron por todos los jóvenes que "son amenazados, golpeados, robados y hasta asesinados mientras los delincuentes andan libres", explicaron.
Muchos de los participantes llevaban remeras negras que, en la parte de adelante, tenían una foto de David con la leyenda "estarás siempre con nosotros" y en la espalda una balanza de la justicia entre signos de pregunta.
Los amigos y familiares caminaron acompañando a los padres del adolescente, que, con visibles muestras de dolor, encabezaron la marcha. "David: hoy padecemos tu ausencia y un irreparable dolor debido a este sistema corrupto, desbordado de impunidad e injusticia, de un gobierno carente de rigor, de firmeza, honestidad y dignidad. Indiferente ante su pueblo que pide a gritos un mínimo consuelo... Justicia", rezaba una gran pancarta que se instaló en el escenario de la plaza donde se realizó el acto central.
Allí, además de "un pedido expreso del pueblo de Cipolletti a todas las autoridades municipales, provinciales y nacionales por justicia y castigo para quienes destruyeron a una familia", se leyó una templanza de David que, el 29 de diciembre, recibió un disparo en las 1.200 Viviendas y murió en Sarmiento y Alem cuando su hermano lo trasladaba en moto a un centro asistencial.
Su amor por el fútbol
No sólo recordaron que este 24 de enero cumpliría 21 años, sino también que desde muy chico soñaba con ser jugador de fútbol. "Cariñoso, respetuoso, alegre y honesto eran algunas de sus virtudes", se oyó de boca de uno de sus familiares. Respecto de su pasión deportiva, contaron que fue jugador del club Cipolletti y que se probó en Arsenal de Buenos Aires, desde donde se quiso volver porque extrañaba a su familia.
"Cuando regresó a Cipolletti siguió con su carrera deportiva. En enero de este año tenía previsto comenzar a trabajar en Calf, donde su padre y sus tíos prestan servicios desde hace más de 30 años" contaron, para cerrar recordando que "el 29 de diciembre, unos asesinos decidieron quitarle la vida, su futuro, sus sueños y sus alegrías".
El silencio, reinó durante todo el acto. Y cuando finalizó, casi nadie de las 300 personas que participaron de la marcha lograba moverse del lugar. De uno en uno fueron acercándose hasta el padre de David para demostrarle su solidaridad y su apoyo.
