BUENOS AIRES (ABA).- En el Café del Oriente, centenario restorán de La Habana, Cristina Fernández les hizo saber a un grupo de legisladores que los movimientos de los mandatarios Daniel Scioli (Buenos Aires), Sergio Uribarri (Entre Ríos) y Jorge Capitanich (Chaco), en dirección al "campo" a propósito de la sequía, son la "antesala de esquemas de diálogo" en los que avanzará el gobierno para tratar de recomponer la deteriorada relación con los sectores productivos rurales.
Así lo hizo saber ayer a "Río Negro" el senador Miguel Pichetto, mientras que fuentes ligadas con Capitanich, confiaron que a partir de ahora los gobernadores asumirán un rol protagónico en el tema agropecuario e ignorarán los propósitos "electoralistas" de los integrantes de la Mesa de Enlace.
"Es posible que cuando Cristina regrese anuncie nuevos créditos para paliar la seca", dijeron voceros de Capitanich.
Con respecto al análisis hecho por la Presidenta ante parlamentarios que la acompañan en su viaje a La Habana, Pichetto hizo una breve síntesis:
- En la visión oficial, el kirchnerismo enfrentará en la legislativas a la derecha atendida por "sus propios dueños".
- La primer mandataria manifestó mucha confianza en superar la crisis, manteniendo el rumbo de la economía y el empleo. Se entusiasmó con los datos de la temporada turística y con la venta de electrodomésticos y automotores. "Se agotó el stock", se ufanó para acotar luego que la Argentina "no sufrirá alteraciones financieras como otros países".
- Se reconocieron dificultades en el camino hacia octubre, pero hubo un moderado optimismo. Se celebró la irrupción de Carlos Reutemann: "neutralizó a (Julio) Cobos y (Felipe) Solá y achicó el espectro de los que siguen a (Eduardo) Duhalde".
- Se destacó el fenómeno nuevo que encarna Barack Obama en la política americana. En la Cuba de hoy - se dijo - hay distensión. Visitarla no significa identificarse con su régimen. Hay que integrarla a latinoamérica.
En la capital de Cuba, el titular del Invap, Héctor Otheguy, se disponía a celebrar acuerdos tecnológicos, mientras otros empresarios argentinos cerraban tratos para vender carne a la isla.
A Pichetto lo sorprendieron ataques gremiales por su intervención en el conflicto de la fruta en Río Negro. En tal sentido, comentó que habló por teléfono con el ministro de Trabajo Tomada.
"El gobierno - reveló - sigue con preocupación esta huelga y la irracionalidad de algunos sindicalistas. Está decretada la conciliación obligatoria y si no se acata, las empresas estarán facultades a proceder legalmente. Se ha conseguido un aumento del 21%, un porcentaje 5 o 6 puntos por encima de la media nacional, y se evalúa una claúsula para reabrir el diálogo a mitad de año. Por un lado - acotó - hay vocación por encontrar una salida, por el otro la irresponsabilidad de algunos dirigentes que afectan a la actividad económica del Alto Valle".
Pichetto rehusó contestar preguntas sobre el caso de la disidente cubana Hilda Molina. Pero este diario, pudo saber que hay gestiones para que en un par de meses, "en forma calladita", el gobierno de Raúl Castro, autorice su salida hacia la Argentina, para reencontrarse con sus familiares.
