Lunes 19 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 11 > Regionales
Salud: alza del 600% en derivaciones desde el ´94
En 2007 Neuquén pagó 18.000 consultas privadas. En 1994, la cifra había sido de poco más de 3.000.

NEUQUÉN (AN).- En 13 años la cantidad de derivaciones de pacientes que no pudieron encontrar respuestas en un hospital público creció un 600%.

La cifras, que brindan una radiografía de parte de los problemas que atraviesan los centros de atención, figuran en un informe de la dirección provincial de Calidad de Gestión, realizado en 2008 por médicos y técnicos de la subsecretaría de Salud.

Según el documento, mientras en 1994 fueron derivados 3.018 pacientes, esa cantidad en 2007 trepó a 18.813, año en que la provincia dejó en manos de terceros prestadores la mayor cantidad de pacientes de su historia.

Desde 1994 hubo cuatro años donde la suba fue notable: 1999 (con 9.053 pacientes, luego de un incremento constante desde el primero de los años que toma el informe); 2004 (9.154, tras una caída luego de la debacle de 2001-02, que dejó el número en 3.715); 2005 (13.252) y 2007 (la ya mencionada cifra de 18.813).

El documento devela cómo fue aumentando el gasto en derivaciones, una variable que en los años noventas estuvo atada al tipo de cambio uno a uno, y que, para hacer un análisis fidedigno debe tener en cuenta el cambio de valores tras la salida de la convertibilidad. Por caso, en 1995 Neuquén gastó $953.168,40 en cubrir, en clínicas privadas, a 5.658 pacientes. En 2007, la inversión fue de $18.857.430, en casi 19.000.

Fuentes de la subsecretaría de Salud sostuvieron que analizar estas cifras supone "un ejercicio muy complejo". Añadieron que la contratación de servicios también implicó la decisión política de cubrir necesidades de la población, y que pese a los conflictos que atraviesa, comparativamente Neuquén tiene un sistema de salud modelo. Pero, acaso tímidamente, aceptan que entre los múltiples factores que intervinieron en el crecimiento del gasto, estuvo la falta de controles.

De hecho, en 2008, año para el que el informe preveía el pico máximo de transferencia a terceros prestadores, con una proyección de $25.530.000, hubo, finalmente, una baja en la facturación y la cantidad de pacientes que pisaron una clínica.

En todo el año hubo 16.000 consultas atendidas fuera del público (-24% que en 2007); y de 106 prestadores de la subsecretaría, quedaron 44. En el informe, la dirección de Calidad y Gestión menciona entre otras propuestas para optimizar la inversión, "controlar a terceros prestadores en terreno" y "propender a la retención efectiva de pacientes en los niveles locales" (ver aparte).

El panorama del sistema se completa con otras cifras no alentadoras: unos 130 médicos emigraron de los hospitales. Cambiar esto supone un desafío para el gobierno, que debe competir con clínicas que pagan salarios entre tres y cuatro veces más elevados.

En 2009 le tocará atender dos frentes: el reclamo salarial (cuyos estertores se sintieron en enero), y la necesidad de equipar los nuevos hospitales, que también necesitarán de más personal.

El sistema está cruzado por las paradojas, y acaso la pregunta del millón sea cuál es el margen para detener una crisis que ya lleva 5 años, pero que también muestra programas y cifras modelo, como su plan de atención primaria y la tasa de mortalidad infantil, que es cierto, ha sido carne de cañón de discursos políticos, cuyo último registro sería del 7 por mil.

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