SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una joven de 17 años fue atacada sexualmente ayer, alrededor de las 6, por un hombre que la inteceptó en los jardines de la Catedral, la amenazó con un arma blanca, le cubrió la cabeza con una campera y la accedió carnalmente. Es el segundo hecho de estas características que ocurre en la ciudad en las últimas horas.

El sospechoso fue detenido poco después por una guardia policial que recorría la zona a pie y lo vio salir corriendo de los arbustos donde se había consumado el hecho y lo persiguió por la Costanera donde le dio captura con la asistencia de refuerzos.

Según trascendió, el detenido es Claudio Maldonado Mansilla, de 31 años, residente de un barrio del oeste que fue condenado en el 2000 por delitos sexuales y puesto en libertad condicional en octubre del 2007.

Mansilla fue puesto a disposición de la Justicia de turno, mientras la Policía investigaba su posible participación en el ataque sexual que sufrió una turista israelí el viernes, en el cerro Campanario, a partir de ciertas similitudes en la forma de abordaje de las víctimas.

La menor violada ayer fue asistida por uno de los efectivos policiales de la patrulla que se dirigió hacia los arbustos, mientras su compañero perseguía al sospechoso, y la encontró semidesnuda y en estado de shock. De allí fue traslada al Hospital Zonal donde se constató el abuso.

La joven y su madre se mudaron transitoriamente a esta ciudad hace un par de meses. Al momento del ataque la desprevenida víctima retornaba sola a su casa desde las discotecas ubicadas en el centro.

El oficial que salió detrás del sospechoso debió correrlo varias cuadras por el paseo costanero y solicitar refuerzo policial para interceptarlo. Durante la persecución el hombre arrojó a la playa un elemento que lo comprometería ya que se constató que era el celular de la menor ultrajada.

El abuso de la menor causó preocupación en ciertos sectores de la comunidad que se pusieron en alerta tras la violación de la turista extrajera.

La visitante israelí fue interceptada cuando bajaba del cerro Campanario por la picada, junto con una amiga de la misma nacionalidad.

En el descenso, en medio del frondoso bosque fueron sorprendidas por un hombre de 1,60 m de estatura que las amenazó con un cuchillo, les ató las manos a la espalda y accedió carnalmente a la víctima.

Además del abuso sexual, el atacante huyó a pie con algunas pertenencias de las infortunadas turistas que, tras liberarse de las ataduras pidieron ayuda a los responsables del complejo que dieron aviso de la policía. Las primeras pesquisas realizadas esa misma tarde no habían arrojado mayores resultados.