Domingo 18 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 22 > panorama neuquino
El equilibrista
El conflicto con los empleados del sector Salud es la primera pulseada del 2009 con los gremios estatales. El gobernador Sapag ya tomó la decisión de presentarse como candidato a presidente del MPN.

Con recursos similares a los del año anterior, el gobierno de Jorge Sapag enfrenta un año de delicado equilibrio. Los ingresos no crecerán como sucedió en forma creciente desde 2002 hasta el año pasado, pero ya existe una fuerte presión para aumentar los gastos.

El conflicto por los salarios con el sector Salud es la primera pulseada fuerte del 2009. Desde un pequeño paraje del norte neuquino el gobernador respondió con firmeza a la dirigencia de ATE que promovió una huelga de tres días, convocada tras la frustrada negociación que los sindicalistas mantuvieron con los ministros de Salud, Daniel Vincent, y de Desarrollo Social, Wálter Jonsson.

Los funcionarios encabezaron una gestión para recomponer salarios, pero finalmente esa intervención no fue más que un ensayo: al regresar de sus vacaciones, Sapag ratificó que no habrá aumento porque la provincia aún no sabe cuáles serán los recursos disponibles para este año. Vincent y Jonsson quedaron en "off side".

"No son tiempos de llamar a la huelga, son tiempos de llamar al trabajo", dijo Sapag en el aniversario de Coyuco-Cochico, el viernes al mediodía. El gobernador utilizó el acto para poner en duda la legitimidad de la protesta de Salud y al mismo tiempo pidió a la dirigencia sindical "madurez" y "serenidad".

En el gobierno de Sapag piensan que la conducción del gremio de los docentes (ATEN) comprende mejor el alcance de la crisis. En cambio esperan de la de ATE posiciones más inflexibles y se preparan para un escenario de mayor enfrentamiento.

La recomposición salarial para los estatales podría producirse en algún momento del año, pero en un porcentaje muy medido. Será, en todo caso, un retoque que vaya en equilibrio con la posibilidad de mejorar los ingresos de la provincia, dicen en el gobierno. "Éste es un año muy ajustado", insisten en el oficialismo cada vez que deben hablar de los gastos.

El presupuesto de este año no está cerrado, aunque en Hacienda están trabajando para darle forma definitiva. Fuentes oficiales dicen que se ubicará en los 4.500 millones de pesos, una cifra similar a la del 2008. Ese número del presupuesto no incluye los 125 millones de dólares que en el 2009 ingresarán por las renovaciones de las concesiones con las empresas petroleras, recursos que por ley se deben utilizar para financiar obras y no pueden derivarse a gastos corrientes.

En el gobierno calculan una posible reducción del 20% en los ingresos de regalías petroleras, pero una compensación por mejores precios y producción en las regalías gasíferas. Con respecto a la coparticipación federal de impuestos, los ingresos se miden con la misma regla del gobierno nacional, que tiene una expectativa de crecimiento en la recaudación del 20%.

Por el lado de los recursos propios tampoco se esperan grandes cambios, aunque puede haber una mejora respecto del 2008 en Ingresos Brutos, un impuesto que copia el movimiento de la recaudación de los tributos nacionales.

Sectores de la oposición creen que el gobierno enfrentará más problemas que los esperados porque no modificó la estructura del gasto y el rubro salario ya avanzó hasta casi el 60% de los recursos disponibles. "El salario se va comiendo la universalidad de los recursos", advierten.

El año pasado se gastaron más de 2.200 millones de pesos en el pago de sueldos. Un aumento del 10%, por citar un ejemplo, haría subir en 220 millones la masa salarial. Ese porcentaje no conformaría a los estatales mientras que la gestión de Sapag no sabría de dónde sacar esos recursos.

En este difícil escenario, el gobierno enfrenta un dilema: un incremento moderado será considerado escaso por los gremialistas pero tendrá un fuerte impacto en la partida de los salarios.

En el oficialismo siguen mirando al norte para tener un panorama más claro del futuro inmediato. El recambio de gestión presidencial en Estados Unidos es un momento esperado para ir tomando decisiones. La llegada de Barack Obama a la Casa Blanca, un hecho que ocurrirá el próximo martes, marcará tendencia en el comportamiento de la economía mundial.

El terreno político no es tan complejo como el económico-financiero, pero Sapag debe resolver algunas cuestiones que en el gobierno consideran centrales para el futuro de la gestión.

Una fuente oficial confió que el gobernador ya tomó la decisión de presentarse en la interna para disputar la presidencia del Movimiento Popular Neuquino (MPN).

El dato deja atrás la versión que circulaba sobre una posible negociación del sapagismo con el sobischismo para distribuirse los cargos en el partido.

En representación del otro sector del MPN iría Jorge Lara, un incondicional de Jorge Sobisch, el ex gobernador que descansa en Punta del Este junto con su familia y que viajó a Brasil a bordo de un crucero.

Éste es un año electoral y Sapag quiere tener el control de todo. Si el sobischismo le maneja el partido, tendrá que compartir el poder. Y, para evitarlo, está dispuesto a someterse a una interna.

Para la batalla electoral por los cargos en el Congreso de la Nación hay algunas decisiones avanzadas dentro del gobierno. La lista de candidatos a diputados nacionales la encabezará José Brillo que irá por la reelección, dijo la misma fuente oficial. El ex colaborador de peso de las gestiones de Sobisch renovará así su contrato con el sapagismo, que suma soldados y teje alianzas para enfrentar un año difícil.

 

GERARDO BILARDO

gbilardo@rionegro.com.ar

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