CIPOLETTI (AC).- Por primera vez en el embalse Casa de Piedra la mesa de pesca deportiva del Alto Valle organizó la siembra de 150.000 alevines de truchas arco iris silvestre. El objetivo es incentivar el desarrollo de esta especie en la región y la pesca deportiva.
La actividad también se realizó en el río Negro, a la altura de la Isla Jordán en esta ciudad. Allí se sembró una cifra similar de ejemplares, provenientes de la estación de piscicultura de Piedra del Águila.
Ambas siembras se realizaron el jueves y participaron, además de la mesa de pesca y la oficina de Turismo municipal cipoleña, el club Caza y Pesca de Catriel, niños de las colonias de vacaciones de esa ciudad y público en general.
Durante las actividades los inspectores de pesca conversaron con los participantes acerca de los aspectos biológicos del ciclo de vida de las truchas, la pirámide poblacional, la importancia del cuidado del recurso y la pureza genética, entre otros.
Luis Monti, de la mesa de pesca deportiva del Alto Valle, explicó que las siembras se realizan porque desde que se construyeron las represas, al no poder bajar más los reproductores, la población de truchas arco iris quedó detenida y sujeta a la depredación. "La única manera de mantener la especie es sembrando alevines", aseguró.
Adelantó que estas actividades "están dando resultados positivos porque algunos pescadores ya han logrado extraer truchas de entre 2 y 2,5 kilos, que ya no quedaban en los ríos de la región".
En cuanto a los alevines, contó que provienen de la trampa del Ñireco, en Bariloche, donde se producen el desove de las truchas madres y el nacimiento. "Luego se los traslada a la estación de piscicultura de Piedra del Águila, del lado rionegrino, y a los 60 días se siembran", explicó.
Para todos los pescadores recordó que para poder desarrollar la pesca continental en la Patagonia resulta obligatorio contar con permiso, donde se especifica la fecha de inicio y cierre de temporada en cada ambiente y el límite diario de extracción.