NEUQUÉN (AN).- El viernes a las diez de la noche se rompió el acueducto que impulsa agua desde el bombeo Bejarano hasta la cisterna de Gregorio Álvarez, lo que provocó que durante la mañana y las últimas horas de la tarde de ayer el servicio permaneciera cortado o con baja presión en 16 barrios de la zona oeste.
Según informaron desde el Ente Provincial de Agua y Saneamiento, EPAS, el acueducto de 600 centímetros de diámetro se rompió a la altura de Collón Cura al 200. Aún no ha sido establecido el origen del desperfecto, aunque estiman que se debió a una "fatiga de material".
Se trata de uno de los sistemas más importantes de la ciudad, que abastece al cincuenta por ciento de la población del oeste. Los barrios afectados fueron Bouquet Roldán, Huiliches, Gregorio Álvarez, Unión de Mayo, Villa Ceferino, Melipal, Canal V, UTEDyC, Militar, Progreso, Maronese, Mudón, Muten, Cooperativo Río Grande, Alto Godoy y Gran Neuquén Sur.
Desde las diez de la noche del viernes hasta las siete de la mañana del sábado, una cuadrilla de nueve operarios del ente trabajó en la reparación del caño de fibra de vidrio que se había rajado. Al mediodía aún había máquinas que continuaban con las tareas.
Fuentes oficiales dijeron que el servicio se normalizaría paulatinamente. En algunos sectores tuvieron agua alrededor de las tres de la tarde, y en otros no hubo presión hasta pasada las cinco. Recién en las últimas horas de la noche se reestableció por completo. En todos los casos dependió del grado de reserva y de uso.
Lenta recuperación
Desde el ente, explicaron que la demora en el reabastecimiento se debió a que una vez realizada la reparación hubo que chequear el funcionamiento, volver a inyectar agua en la red, cerrar y abrir válvulas para que salga el líquido que quedó en la cañería.
Destacaron que en general no disminuyó el nivel de las cisternas, y que incluso había buena cantidad en la de Gregorio Álvarez. Esta fue la primera rotura de un acueducto en el año, al parecer, por fatiga de material. Ya había ocurrido en el 2003, pero a la altura de San Martín y Bejarano. En el 2008, fue el sistema Leguizamón el que tuvo mayores inconvenientes, ocasionados según un informe técnico del EPAS que publicó este diario por "el material de los caños, la antigüedad y los continuos cortes de energía".