WASHINGTON-. El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, que asumirá el martes próximo, advirtió ayer a sus compatriotas que les esperan "días difíciles", pero se mostró esperanzado en la fuerza del "espíritu" democrático de los norteamericanos.
Obama aprovechó su habitual discurso de los sábados -que a partir de la próxima semana pronunciará ya como presidente- para subrayar la importancia del proceso democrático en su país.
"Los eventos de los días próximos no serán solamente sobre la inauguración de un presidente estadounidense, serán una celebración del pueblo estadounidense", afirmó. Obama, del partido demócrata, destacó que, en su transición hacia la Casa Blanca, recibió amplia asistencia del gobierno del presidente saliente, el republicano George W. Bush. Este respaldo sirvió "como recordatorio de que lo que tenemos en común como estadounidenses pesa más que las diferencias políticas que nos separan". "Hay mucho trabajo por hacer, pero ahora, todos los estadounidenses tenemos en nuestras manos la promesa de un comienzo nuevo", indicó el mandatario electo.
El hombre que en pocos días se convertirá en el primer presidente de raza negra de su país, prometió que traerá a Washington "las voces de los estadounidenses comunes y corrientes". "Sabemos que éstos son tiempos de grandes retos para el pueblo estadounidense", continuó Obama, en referencia a la fuerte crisis económica en la que se encuentra el país, acompañada por las guerras que siguen su marcha en Irak y en Afganistán. "Nos esperan días difíciles, y enfrentaremos días aún más difíciles. Nuestra Nación está en guerra, nuestra economía está en problemas, y hay mucho más trabajo por hacer para restaurar la paz y desarrollar nuestra prosperidad", dijo.
Viaje a la capital
Obama emprendió ayer un viaje en tren cargado de simbolismo e historia desde Filadelfia hasta Washington, donde el martes jurará el cargo como el presidente número 44 en la historia de Estados Unidos.
Siguiendo los pasos de Abraham Lincoln, partió desde Filadelfia y recogió a su vicepresidente, Joe Biden, en Wilmington, con una última parada en Baltimore, en el Estado de Maryland, antes de llegar a la capital del país.
Antes de partir, en Filadelfia, la primera capital de Estados Unidos y el lugar donde se firmó la Declaración de Independencia en 1776, Obama remarcó el simbolismo. "Estamos aquí para marcar el comienzo de nuestro viaje a Washington. Es apropiado porque fue aquí, en esta ciudad, donde comenzó nuestro viaje estadounidense", afirmó. (AP)