Los tres andinistas italianos dijeron hoy sábado que sin la ayuda del guía argentino, que falleció, "hubieran muerto todos" y que por el temporal tuvieron que refugiarse entre piedras, que "no tenían comida" y que debieron ingerir la propia orina.

Mirko Affasio y Matteo Refrigerato ofrecieron esta mañana una conferencia de prensa donde agradecieron el trabajo realizado por los rescatistas, al tiempo que revelaron que pudieron "hacer cumbre" y que al bajar los "sorprendió un fuertísimo temporal" en la zona conocida como el Glaciar de los Polacos.

Por las temperaturas extremas a las que se vieron sometidos, Elena Senin perdió la vida y su cuerpo aún no pudo ser hallado por las patrullas de rescate que desde hace una semana realizan rastrillajes en el cerro más alto de América.

Según las declaraciones de los andinistas, "el grupo hizo cumbre pero al intentar bajar los sorprendió un fuertísimo temporal" que les impidió la visibilidad y los sometió a temperaturas extremas de casi -25 grados.

De acuerdo a la versión de los deportistas, Senin -que murió de un edema cerebral- no habría caído por un barranco sino que habría quedado a unos 150 metros de la cima, en tanto, por las malas condiciones aún no fue hallado el cadáver.

Repuestos de las lesiones que sufrieron señalaron que sienten "tristeza y dolor" por la pérdida de su compatriota y la del guía mendocino Federico Campanini porque "si todavía están vivos es gracias a su ayuda incondicional". "Sin la guía de Federico todos habríamos muerto", dijo Antonella Targa, la quinta integrante del grupo que logró salvarse porque antes de hacer cumbre decidió regresar a la base.

Tanto ella como el cónsul de Italia en Mendoza, Pietro Tombaccini, participaron también del diálogo con los medios realizado en el Hospital Italiano donde permanecerán internados en sala común hasta mañana, ya que el lunes volverán a su país y continuarán allí el tratamiento médico.

Los deportistas dijeron que Campanini, incluso, "se sacó los guantes y se los dio al grupo para que protegieran sus manos de las bajísimas temperaturas". Indicaron que en un momento tuvieron que refugiarse entre piedras para protegerse del frío, que "no tenían comida" y que "debieron beber su propia orina". "Campanini todo el tiempo nos animó a que nos moviéramos y cuando nos estábamos congelando nos mantuvimos los tres muy juntos para darnos calor, era todo un profesional", señalaron.

Y agregaron que el guía los "alentó siempre para que no dejemos de pensar en salir con vida de la montaña". "Estábamos confiados en que nos rescatarían porque la patrulla de rescate nos divisó, pero cuando llegaron, Federico ya no tenía fuerzas, sólo nos miraba", precisaron.