MOSCÚ.- El tránsito del gas ruso hacia Europa a través de Ucrania seguía bloqueado por octavo día consecutivo ayer, mientras la Unión Europea sopesaba los pros y los contras de una cumbre propuesta por Moscú para poner fin a la crisis.
"El grifo continúa cerrado", acusó el gigante ruso Gazprom en un comunicado ayer, afirmando que Ucrania seguía impidiendo el paso por su territorio del gas destinado a Europa pese a un acuerdo para la vigilancia del tránsito de combustible obtenido el lunes por los europeos.
El único avance notorio de ayer fue que van a reanudarse las negociaciones ruso-ucranianas mañana en Moscú, sin embargo todavía se estaba debatiendo el formato.
El presidente ruso Dimitri Medvedev persistió ayer en su intención de organizar en la capital rusa una verdadera cumbre de jefes de Estado y de gobierno que ya han sido "invitados". El presidente ucraniano, Viktor Yushenko, reiteró ayer que sólo participará en la cumbre organizada por los rusos "si se lleva a cabo en territorio europeo".