NEUQUÉN (AN) - El rionegrino Horacio Collado asumió la presidencia del comité ejecutivo de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) en reemplazo de Elías Sapag (hijo), que representa a la provincia del Neuquén.
De todos modos, Collado mantiene su cargo de superintendente del Departamento Provincial de Aguas (DPA) rionegrino, en Viedma.
Y Sapag sigue al frente de la unidad ejecutora que creó el gobierno de su hermano Jorge para impulsar las obras de Chihuido I y II, sobre el río Neuquén.
La AIC está conformada por el gobierno de la Nación y de las provincias del Neuquén, Río Negro y Buenos Aires.
Su máximo órgano de gobierno es presidido por el ministro del Interior y los gobernadores de las tres provincias, pero es en realidad el comité ejecutivo de la AIC el que maneja el funcionamiento. El comité ejecutivo está integrado por representantes del ministerio del Interior y de los gobiernos provinciales. Y es presidido cada año por uno de los representantes, de manera rotativa.
Además de Collado y Sapag, el comité está integrado por el neuquino Alberto Ciampini en representación del ministro del Interior, Florencio Randazzo, y por Jorge Izaza, delegado por gobernador bonaerense Daniel Scioli.
En Río Negro, por ley, la representación de la provincia en organismos hídricos, como la AIC o el Coirco en el río Colorado, la ejerce el DPA.
En realidad, Collado regresó a la AIC porque la representación estaba a cargo de otro ingeniero del DPA, Federico Carnevali.
La sede de la AIC está en Cipolletti y la del DPA, en Viedma, pero no es la primera vez que Collado tiene esa doble responsabilidad.
Sapag, que está en la AIC desde el segundo gobierno de Jorge Sobisch, se dedicará de lleno a la licitación de Chihuido I, que está en pleno proceso y que debería culminar en el primer semestre de este año.
La obra tiene beneficios fiscales y tarifarios nacionales. Hay entre cuatro y cinco uniones de grupos económicos interesados en construir la presa y operar su central hidroeléctrica.
Collado enfrenta un año complicado porque el gobierno nacional insiste este año en guardar agua en los embalses de los tramos superiores del río Limay la mayor cantidad de agua para hacer más eficiente el uso del recurso en la generación de electricidad. Esta forma de operar la cuenca choca con los intereses de las poblaciones ubicadas aguas abajo de las presas.