Jueves 15 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 6 > Regionales
Otra vez guardan agua en embalses para el invierno
Dos presas del río Limay están cerca de su cota máxima. Piedra del Águila deja pasar sólo la mitad de lo que recibe.

NEUQUÉN (AN) - En silencio, el gobierno nacional, mediante la autoridad del despacho eléctrico, volvió este verano a aplicar la política de acumular la mayor cantidad de agua posible en los embalses ubicados en el tramo superior del río Limay con el fin de tener recursos para generar en el invierno. Por ahora, el caudal que llega a Neuquén es de 450 metros cúbicos por segundo pero ya se sabe que bajarán en febrero.

Como en el otro río de la cuenca, el Neuquén, no abunda el agua, la situación volverá a ser complicada en los próximos meses, incluso en el río Negro.

El río Limay tenía ayer a las 6 de la mañana en su ingreso al embalse de Alicurá un caudal de 248 metros cúbicos por segundo y con el aporte del Collón Cura llegaba a casi 400.

Pero la presa de Piedra del Águila sólo deja pasar la mitad de ese caudal; la otra mitad queda retenida en los embalses. De hecho, en Alicurá el agua llegaba ayer a la cota 704,65 metros sobre el nivel del mar, muy cerca del máximo de 705. El mismo día del año pasado, el embalse tenía una altura de 703,45.

El embalse de Piedra del Águila llegaba ayer a la cota 591,09 metros sobre el nivel del mar, a 91 centímetros del máximo extraordinario. La marca es muy similar a la del mismo día de 2008. La gran diferencia está en El Chocón, cuyo enorme embalse tiene 11 metros de altura más que en la misma época de 2008. A finales del verano pasado, esa era la evidencia más clara de la política del gobierno nacional en el manejo de la cuenca.

Lo grave es que todo indica que el actual será un año hidrológicamente menos próspero que 2008, lo que abre grandes interrogantes sobre las consecuencias de este modelo de operación de los embalses en las ciudades ubicadas aguas abajo.

La crisis energética, que en 2008 tuvo pocas manifestaciones por cuestiones más meteorológicas que técnicas, tiene como origen la escasez de gas, que en Argentina se usa de manera intensiva para calentar hogares, para mover la industria y para generar electricidad. Cualquier vatio que se genere sin gas es para el gobierno una buena noticia.

El despacho eléctrico está en manos del ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio de Vido, a través de Cammesa, que está restringiendo la generación desde Alicurá y Piedra del Águila para que ambas presas lleguen con sus embalses bien altos al invierno, que es cuando el consumo de gas llega a niveles críticos. La idea es que el agua "rinda" más. Como consecuencia de ello, es posible que en marzo los ríos lleguen a los valles reducidos a su mínima expresión.

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