Jueves 15 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
Los rivales pierden los papeles

MOSCÚ.- "Cría fama y métete a la cama", dice un refrán popular: con cada día que transcurre en la reciente crisis del gas, Rusia y Ucrania pierden cada vez más los últimos visos de credibilidad que les quedan como proveedores energéticos fiables. Ambos países se apabullan con reproches mutuos a la distancia, en un espectáculo que se vuelve cada vez más absurdo.

Mientras Occidente sigue quedándose de los pies fríos, los rivales conjuran conspiraciones urdidas en Estados Unidos o hablan de contratos traspapelados. Y a la larga, siguen sin haber negociaciones directas a la vista.

Incluso los líderes europeos, que suelen cuidar especialmente el buen tono diplomático, han perdido la paciencia. (Ver nota central)

Ucrania, debilitada de antemano por las escaramuzas constantes entre los bandos del gobierno, está dando una pésima imagen. El Kremlin mete el dedo en la llaga y señala que ya no saben quién es en realidad quién está al cargo en Ucrania.

"La energía proveniente del este es siempre segura", rezaba un conocido adagio de los tiempos de la Guerra Fría, que pasará ahora seguramente a formar parte de la lista de frases prohibidas del sector publicitario en los próximos años.

Rusia, por su parte, hace todo lo posible por echarle la culpa del corte en el suministro al "incompetente y altamente corrupto" -en palabras del primer ministro Vladimir Putin- gobierno ucraniano. En contrapartida, Ucrania no desaprovecha ninguna ocasión para advertir sobre las supuestas "pretensiones imperiales" del Kremlin. (DPA)

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