Jueves 15 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
Europa amenazó a Rusia y Ucrania por el gas
El conflicto tiene sin el fluido a medio continente desde hace días. El titular de la UE dijo que va a haber una lluvia de demandas.

BRUSELAS.- Los europeos guardaron las formas durante mucho tiempo en la "guerra del gas" entre Rusia y Ucrania, aunque sin éxito. El bloqueo de varios días continuó en pie, a pesar de los esfuerzos de los políticos y expertos de Bruselas, Praga o Berlín. Hasta que el Ejecutivo europeo perdió la paciencia ayer.

El carpetazo más contundente fue el del presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso. "Es increíble e inaceptable", dijo el político portugués durante su comparecencia ante el Parlamento europeo en Estrasburgo.

Barroso suele ser más bien reservado, algo que le ha costado ya el reproche de no hacer nada en el caso de la crisis financiera mundial. Pero esta vez, el jefe del Comisión Europea amenazó abiertamente a Gazprom y Naftogaz con un aluvión de demandas desde Europa.

La Comisión está considerando aconsejar a las firmas europeas que se querellen contra los proveedores si el corte sigue en pie, señaló Barroso, y el presidente de turno de la Unión Europea (UE), el primer ministro checo Mirek Topolanek, saltó también a la brecha: "Europa tiene que tomar medidas más duras", dijo. La Unión tiene claro que incluso en el caso de que el bombeo se reinicie pronto, los estragos causados serán cuantiosos. "La UE tiene que actuar para que algo así no se repita", añadió Barroso.

Las amenazas, sin embargo, no consiguen disimular los golpes con los que la crisis del gas ha debilitado a la UE y sobre todo a la presidencia checa. Alguno habrá también que añore el dinamismo y el empuje del presidente francés Nicolas Sarkozy, que entregó la posta a Topolanek a comienzos de enero. A diferencia de lo ocurrido con el conflicto de Gaza, Sarkozy sigue sin aparecer en la crisis del gas. Nada raro, si se tiene en cuenta que la UE tiene pocas opciones en mano con las que ejercer presión sobre Moscú y Kiev. Además, el gas no es un tema central para Francia, que apuesta enteramente por la energía atómica.

El suministro de gas para Europa está cada vez más amenazado por las pugnas entre Moscú y los países de tránsito desde comienzos de año. A pesar de ello, hasta ahora no ha ocurrido mucho, por lo que Barroso conminó a los países europeos a "buscar vías alternativas para la producción y el transporte de energía". Y el Ejecutivo de Bruselas no es el único que espera que la crisis actual sea una señal de alarma para evitar ser tan vulnerables en el futuro.

El tema de la seguridad energética sigue siendo un flanco abierto en la UE. Se trata de liberalizar el mercado interno en la Unión y crear fundamentos sólidos para el suministro energético.

Las opciones pasan por la construcción del gasoducto Nabucco desde el mar Caspio -vía Turquía en dirección a Europa y evitando el tránsito por Rusia y Ucrania- y van hasta el fomento de las fuentes de energías renovables, necesarias, de todas maneras, para cumplir con los objetivos climáticos de la UE. Un tema espinoso para los 27 países miembros es también el de la energía atómica. Alemania, por ejemplo, ha decidido desde hace tiempo desactivar uno a uno sus reactores, mientras Sarkozy apoya públicamente la construcción de nuevas centrales nucleares por parte de la compañía estatal francesa Areva. A los europeos no les queda otra opción que seguir metidos de lleno en las negociaciones entre Rusia y Ucrania, sobre todo desde que Eslovaquia amenaza con reactivar un viejo y obsoleto reactor nuclear. (DPA)

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