VIEDMA (AV).- El presidente del Superior Tribunal de Justicia, Alberto Balladini, reconoció que las reformas en el Poder no alcanzarán mientras subsistan "serios déficits en materia penal". Relativizó las modificaciones procesales hasta que no se superen las deficiencias de los operadores, insistiendo en la utilización de la figura de los fiscales en comisarías.

Ese mecanismo fue aprobado por ley hace una década pero nunca llegó a aplicarse "acabadamente" por "factores internos en el Poder", aceptó el juez.

Balladini lo reivindicó y pidió su implementación como comienzo de las mejoras.

No es ninguna novedad que los fiscales de comisarías es una instrumentación que divide a los integrantes del STJ. Balladini, su impulsor, concluye su conducción en el tribunal en enero y luego asume Luis Lutz, un crítico del mecanismo. Es más, hace algunos días, Lutz diálogo con "Río Negro" reclamó acciones en el análisis de las reformas penales, relativizando el rol de los fiscales en las comisarías.

Ahora, Balladini expresó que la Justicia "tuvo importantes modificaciones en el Código Procesal, Civil y Comercial, adaptándolo en mayor celeridad" y con el "sistema alternativo de resolución de conflictos". Destacó también el mecanismo de conciliación en Familia, con "éxito en un 50 por ciento de las cuestiones".

Según Balladini, esos avances son insuficientes porque "la ciudadanía capta el servicio a partir de la respuesta del ámbito penal y ahí se mantienen justamente los serios déficits. Ese déficit -agregó- no se soluciona con reformas en los códigos. El mejor Código seguramente va a fracasar si no hay buenos operadores. Se habla mucho del proceso acusatorio, pero hay deficiencias en los operadores y aquel proceso tiene como protagonista al ministerio Público Fiscal donde tenemos serias deficiencias".

Explicó que "las definiciones son generales, incluyendo al factor humano, pero también a otras herramientas, como peritos, laboratorios y policías judiciales.

La prioridad es mejorar a los operadores. La reforma del Código es una línea y una consecuencia de un trabajo previo".

Balladini destacó que la ley 3208 de 1997 crea a los fiscales en las comisarías, que "involucraba más a esos operadores. A una década, este sistema no pudo implementarse acabadamente".