Kaká es un jugador cauto, de modales discretos y declaraciones medidas. Pero así y todo extrañó que ni siquiera se haya inmutado cuando se anotició de que el adinerado Manchester City estaba dispuesto a pagar 150 millones de dólares para comprar su pase.
Según la prensa británica, el talentoso brasileño dijo que quería "envejecer en el Milán" y convertirse un día en su capitán.
"Mi objetivo es convertirme, en el futuro, en capitán de este equipo. Sé que hay una jerarquía y primero están (el actual capitán Paolo) Maldini y (Massimo) Ambrosini, pero después...", añadió.
Aunque por el momento no rechaza explícitamente la oferta del Manchester City, Kaká dio a entender que piensa quedarse en el AC Milán. "Ya he rechazado ofertas importantes", dijo el magnífico mediocampista, y su representante señaló que "no es imposible, aunque será difícil alcanzar un acuerdo con el AC Milán".
Es que Silvio Berlusconi, primer ministro italiano y dueño del Milan, siempre descartó las ofertas por el brasileño de 26 años, mejor jugador del mundo en el 2007.