BUENOS AIRES (ABA).- "Yo no soy presidente... pero si lo fuera, reestatizaría Siderar". La frase pronunciada por Néstor Kirchner en Olivos impactó a las personas que la escucharon. Desde fines del año pasado, el gobierno está en una permanente negociación con Paolo Rocca, titular del grupo Techint, para evitar que esta empresa despida a 2.400 empleados de la ex Somisa, en la planta bonaerense de San Nicolás.
Fue durante la gestión de Carlos Menem que Somisa pasó a manos privadas. El mes pasado, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, le solicitó a Rocca que evitara las medidas drásticas mientras se buscaba una solución al tema.
La relación de los Kirchner con Rocca es zigzagueante. Vivieron un romance e incluso la presidenta Cristina Fernández intercedió ante Hugo Chávez, luego de la estatización de la firma de Techint en Venezuela. Ahora, en la Rosada estiman que "Rocca nos está provocando".