CIPOLLETTI (AC).- Un escándalo de proporciones se produjo anoche en las instalaciones del Club San Pablo, y si no fuera por la intervención de la policía y de una fiscal habría peligrado la integridad física de la titular de una entidad de viviendas, Alicia González, acusada por integrantes de la cooperativa La Esperanza -creada para la adquisición de terrenos y la construcción de viviendas- de no rendir cuenta de casi 650.000 pesos recaudados a lo largo de muchos meses para esos fines.

Las explicaciones no fueron satisfactorias, los vecinos querían el dinero "ya" y estalló la bronca contenida, con insultos, ataques de nervios, colapsos, piedrazos y empujones, tanto que la mujer fue rodeada de uniformados, mientras la furia de la gente crecía minuto a minuto. La policía condujo a González a su casa y allí la mujer repartió entre sus demandantes unos $120.000, comprometiéndose a completar el resto a la brevedad.