Martes 13 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 44 > Cultura y Espectaculos
"¡Del cerebro me tendrían que operar!"

En la madrugada del 31 de octubre Sokol chocó contra un taxi estacionado y tuvo que ser internado en el Hospital Piñeyro. Fractura de pierna derecha y auto destrozado.

-¿Qué te pasó ese día?

-Estaba bastante herido, por la separación de mi mujer. Andaba sin dormir, metiéndome porquerías en el cuerpo. Lo bueno es que ahora sé que hay mejores planes para mí, el Barba no me quiere llevar todavía. Tengo que hacerme unas radiografías para ver si me tienen que operar la cadera, pero soy vago hasta para eso... ¡del cerebro me tendrían que operar!

-¿Estás más rescatado?

-Entré a una fundación para limpiarme y bajar unos cambios. Igual sigo mal de ánimo: soy licenciado en depresión.

-¿Te retan mucho tus compañeros?

-Sí, pero tienen razón. Soy bastante vago, soy la oveja descarriada del grupo. Por ejemplo, el show de Ferro no me gustó para nada. No me cabió haber estado tan desconcentrado, haberme olvidado las letras. A esta altura, como profesional, no me puede pasar.

-¿Te arrepentís de haberte ido de la banda tan rápido?

-Para nada. Sumo era un infierno, nos dábamos con todo; si no me iba, me moría. Pasé por una situación difícil en un show, un susto que fue determinante. No quise firmar contrato después ni seguir grabando, ¡me querían matar! Pero quedó todo bien. Me acuerdo de que una de las últimas veces en que lo vi a Luca me puso la mano en el hombro y me dijo: "Alejandro, vos sos un Sumo".

-¿Cómo recordás a Luca?

-Como un amigo, un hermano loco. Mamé muchas cosas de él.

(Fragmentos de una entrevista que Sokol le dio al periodista Nicolás Igarzábal del suplemento "Sí!" de "Clarín")

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí